Columnas del Foro

Las Perlas del Foro de Señales de Humo

Sobre las Columnas

El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

Recursos Sindicaciones

2000: EL AÑO QUE NUNCA DEBIÓ EXISTIR

Se acaba de cumplir el primer aniversario del inicio de la Administración Judicial del Club Atlético de Madrid. Los acontecimientos posteriores que se han desarrollado en nuestro Atleti durante el año que está acabando están muy frescos es nuestra memoria, y con independencia de la opinión de cada uno, supongo que estaremos todos de acuerdo en que ha sido un "annus horribilis" se mire como se mire.

 


 

En el plano estrictamente deportivo, el Club ha culminado una larga caminata de despropósitos en materia de gestión desde los despachos, el banquillo y culminada en el césped que nos ha conducido al castigo de la Segunda División. Bien es cierto que la Administración Judicial no ayudó en nada a la tranquilidad en el ámbito deportivo, pero tampoco conviene olvidar que en diciembre estábamos en los puestos bajos de la clasificación y que en las últimas siete temporadas, salvo la primera época de Antic, habíamos jugado con el fuego del descenso tanto que teníamos que acabar quemándonos. Unos jugadores que no pudieron, o según las malas lenguas no quisieron motivados por no se sabe muy bien qué extrañas influencias, fueron los principales culpables de tal desaguisado, porque teníamos una plantilla, que al menos por nombres, no debería haber pasado por tal desatino y el arranque en la Segunda División ha sido tan desilusionante como los tiempos anteriores.

Junto al plano deportivo, y directamente relacionado, el Club ha vivido su etapa más traumática desde sus arranques en la Dirección del Club. Jesús Gil es el nombre. La Administración Judicial, con independencia de los aspectos puramente legales y que ya de por sí son hartamente discutibles, es fruto de las actividades de Gil ajenas al Atleti y la gestión de Rubí mientras estuvo en los despachos solo cabe juzgarla como absolutamente lamentable. Gil manejó el club a la par que se zambulló en aventuras políticas con su muy peculiar forma de hacer y ver las cosas. El resultado final de esas aventuras, una vez que tocó los puntos calientes de Ceuta y Melilla, fue su primer ingreso en prisión y toda la historia en los juzgados que después vino y que, desgraciadamente, han afectado de lleno al Atleti.

Hasta aquí los hechos con toda la objetividad que soy capaz de discernir. ¿En el plano absolutamente subjetivo? Creo con toda firmeza que el Club está pasando por unos momentos tan críticos que hasta el futuro de la Entidad está en peligro. Gil ha dirigido la nave atlética hasta ahora con una forma de ver y hacer las cosas que a mí que no me gustan nada. En materia deportiva no ha mantenido nunca un criterio firme, ha querido ser siempre el protagonista y se ha valido del Atleti para que toda la sociedad española supiera quién era, en un estilo personal que me parece absolutamente lamentable. Cuando su situación personal fue tan extremadamente peligrosa en el ámbito judicial, no ha sabido o no ha querido dejar al Atleti fuera de esas guerras. Durante este largo año, lo más beneficioso para el Club, que no para sus intereses económicos, hubiera sido abandonar el sillón, recoger el dinero que hubiera podido y haber liberado a la entidad de unas tensiones que en nada la benefician. Sin embargo sigue aferrado al cargo, al poder, a las más que posibles plusvalías que generará en su día el Club y seguramente a su ego herido necesitado que recuperar la imagen del club. Sigue además dirigiéndolo el apartado deportivo tan erráticamente como siempre, paseándonos por la Segunda División como alma en pena.

Cualquiera con los suficientes años y memoria recordará un Atleti estelar sin tener que remontarse demasiado en el tiempo. Ahora solo vemos un equipo vulgar sin un mínimo de autoestima como para ganar a equipos de medio pelo y a una afición que llena el Calderón todos los domingos, pero que se queda en mirarse el ombligo sin protestar ni siquiera opinar ante los desdichados acontecimientos que estamos viviendo. Esperemos que remontemos el vuelo y volvamos a ser lo que fuimos, aunque la encrucijada es francamente peligrosa. Que el nuevo siglo y milenio nos traiga un cambio en la deriva. Este año no escribiré carta a los Reyes Magos: les pedí hace un año que el Atleti saliera bien parado de los males que se anunciaban, y a cambio solo me han traído preocupación sobre el futuro de una de las cosas que más quiero en el mundo.

Comentarios

Aún no ha hecho nadie ningún comentario. Escribe alguno y sé el primero :P