Se acabaron los atropellos por esta temporada
Hace apenas una hora ha terminado la temporada 2000-2001 para nuestro querido Aleti, y lo ha hecho casi como terminó la anterior: con tristeza y desolación. Yo creía que después de terminar hoy el partido – desde el pasado miércoles tenía muy claro que el Zaragoza nos eliminaría - iba a estar algo más tranquilo y relajado como para escribir algo con sentido y sin atropellar mis ideas. Pero creo que no va a ser posible. Me temo que me va a salir “algo atropellado” tal y como han sido “atropellados” nuestros intereses rojiblancos por uno más de los muchos sinvergüenzas que deambulan por esos campos de fútbol, con un pito entre la boca y sin ningún pudor.
Desde luego que en un análisis sereno y reflexivo de la temporada cabría decir que el ascenso no se ha obtenido por: a) Una lamentable planificación del equipo a niveles de despacho, vendiéndonos otra milonga más de las muchas que nos han vendido a lo largo de estos últimos quince años. b) Nuestro pobre juego. Ambas afirmaciones son ciertas, pero no se nos debe olvidar que jugando así de mal hemos terminado cuartos, empatados a puntos con el tercero y a un solo punto del segundo, por tanto creo que estos dos factores aunque decisivos no han sido del todo determinantes. Algunos podrían añadir que ese pobre juego ha estado motivado por la desidia de una mayoría de jugadores que no se han adaptado a jugar en la segunda categoría del fútbol español. Personalmente mantengo una línea de pensamiento respecto a este asunto desde hace muchos años: No conozco jugador que salga al terreno de juego a vegetar sin más y si lo hubiese, la culpa final no la consideraría de él, sino del que le pone a jugar. En mi modesta opinión este año la plantilla era mala de solemnidad, al igual que lo ha sido en las tres temporadas anteriores, y a los jugadores les ha podido faltar más “aptitud” que “actitud”. No creo que este año, con la mano en el corazón, se pueda acusar a los jugadores de pasotismo. Creo que han peleado de narices y como digo antes, en cualquier caso, si se han apreciado situaciones “blanditas” por parte de algunos, a quienes hay que pedirles responsabilidades es a los que les han puesto. (A cuento de esto me vienen a la cabeza muchas cosas que decir sobre el “asunto Kiko”, pero las dejaré para otro momento). Sin embargo, creo que además de lo anteriormente reseñado, también se nos “han aparecido” otros factores que no se han tenido lo suficientemente en cuenta y que a la postre son los que nos han dejado en el pozo: Me refiero a los arbitrajes que desde el primer partido de la temporada con el Levante y hasta este último con el Zaragoza ha padecido el equipo. Probablemente, cuando un equipo “está que se sale” un mal arbitraje que le perjudique en un partido es un hecho aislado casi sin importancia, pero cuando a un equipo no le sale nada bien, tal y como le ha ocurrido al Aleti en esta temporada un rosario de golfos arbitrajes, como los que hemos padecido, sean de consecuencias demoledoras. Pero lo que me parece más grave es la indefensión que hemos tenido este año en este asunto, tanto por parte de nuestros dirigentes, como de los medios de comunicación de nuestro entorno. Recuerdo cuando este año al trampas le soplaron su partido en Bilbao: Clamó la marabunta. Las acciones de aquel encuentro se repitieron hasta la saciedad en todos los medios, deportivos o no, siendo incluso objeto de “comentarios institucionales”. El puto chimpancé fue portada de periódicos y rebistas pidiendo “buen trato para el mejor equipo del mundo”. Se creó una presión para los partidos sucesivos que en mi opinión buena parte de su triunfo liguero estuvo ahí, y sino recordar los partidos contra el Depor en Coruña y contra el Barça en Chamartín... por no citar el reciente partido en Oviedo donde Oli fue expulsado por recibir una patada en el pecho, curiosamente lo mismo que le ha ocurrido hoy al Petete Correa y con la “curiosidad adicional” de que el autor de la hazaña arbitrajística fue el mismo en ambas acciones: El señor Losantos Omar. Este sinvergüenza es de esos tipos que son hábilmente colocados por los responsables federativos para dirigir partidos muy concretos y que nunca les falla. Hoy le ha hecho al Aleti unos de los arbitrajes más golfos y perniciosos que yo recuerde y al terminar el partido solo he oído clamar contra él – y de forma muy discreta – a Cantarero. Este año no me ha dado tiempo a aprender los nombres de los “honrados tocapitos de la segunda”, con la excepción, eso sí, del desalmado Bello Rebollo, que nos ha destrozado en todas las actuaciones que ha tenido con nosotros, pero lo que sí que me ha dado tiempo a recordar es que en no menos de doce partidos nos hemos visto clarísimamente perjudicados por diversas decisiones arbitrales. En esta era que vivimos, de avanzada tecnología, donde todo se graba y todo se guarda, digo yo que no sería muy difícil que alguien como el señor Futre pidiese audiencia en Telemadrid, por ejemplo y se llevase algunos vídeos de los partidos que nos han sido “levantados” este año, y que a continuación montase un buen “chocho” contra árbitros y federación, sobre todo después de las calumnias que hemos tenido que soportar de quienes todos sabemos. Me da la impresión de que nuestros dirigentes no solo no han sabido confeccionar nuestro equipo, sino que tampoco han sabido defendernos dignamente. Y eso también deberíamos habérselo exigido.