Donde dije "dije" (09/10/2001)
En mi columna de reencuentro con Señales de Humo, comenté que por lo menos este año iba a tener menos trabajo que el anterior, desde el momento en que no tenía que darle lecciones de fútbol a D. Luís. Pues como todos tenemos derecho a rectificar, hoy mismo le voy a enviar por fax este escrito de consejo en cuanto al sistema de juego. Circunstancia que, estimo, verán todos los Atléticos. (También le recomiendo que de vez en cuando se pase por nuestra página).
En primer lugar manifestar que pierdo el ánimo y me desepero cuando alinea al indolente y lento Correa (meterá algunos goles, pero nunca juega con el equipo; toca cuatro balones contados en cada partido y pierde el ánimo frecuentemente); a Santi y a Roberto (auténticos cánceres para nuestro equipo: dos jugadores que hemos querido traspasar y que nadie quiere. Momentos antes del último penalty del domingo, el caballón de Roberto (sin ofender), tuvo el gol de la victoria en sus piés, pero su lentitud permanente se lo impidió. Se quedo prácticamente solo ante el portero y yo sabía que no haría gol). En todos los partidos los contrarios nos juegan igual: nos presionan en defensa y ahogan las salidas de Santkovich y las de Aguilera. Los defensas se combinan entre ellos con una lentitud desesperante, y dan tiempo a que los presionadores lleguen de nuevo a nuestro jugador que tiene el balón. Parece ser que nuestros dos puntas han de ser asistidos por Stanko y Carlitos, pero que al ser cercados por dos o tres jugadores contrarios, les es muy dificultoso evadirse, al tener que hacerlo a base de regates individuales. Aguilera, al principio de los partidos lo consigue con relativa frecuencia, dada su velocidad y que el cansancio aún no ha hecho mella. Total, que al no haber un jugador de clase en el centro que pueda conectar con los delanteros, áquellos han de jugar mirando hacia atrás, hacia nuestro campo. Cuando nuestros jugadores pueden imponer su estilo de juego: mover bien la bola y fuerte presión a los contrarios, todo va bién. O casi bién, ya que son conformistas y les falta carácter para machacar. Desde el momento en que se nos rompen los esquemas, nuestro equipo carece de un “casta” que saque carácter Atlético cuando el equipo contrario nos achucha; cuando los contrarios nos presionan y ahogan nuestra salida. En eso momentos añoro a Juan Gómez o a Wicki: jugadores de personalidad y fuerza. Línea por línea: El Mono: sensacional y espectacular. Gracias a él, no llevamos siete u ocho goles más en contra. ¿Qué es lo que pasa?. La defensa: Bien en líneas generales con Armando, G. Calvo, Hibic y Carreras. Mal cuando los centrocampistas no presionan a sus pares, y pueden meter balones al hueco de una manera sencilla. Centrocampistas: regular. Realmente son dos: Movilla, jugador de calidad que debe ser asistido por otros conpañeros de características destructivas, y Nagore o Colsa. Con estos mimbres no podemos llevar la manija. Stanko y Aguilera juegan perdidillos por las bandas. Por cierto: ¿Cómo es posible que con el buen toque de áquel y con los jugadores altos que tenemos, no metamos un gol de córner?. Me da la impresión de que los balones que pone en el área, van a la zona de dominio del portero. Hasta la próxima. Un abrazo para todos los rojiblancos. Modesto de Cantabria.