Columnas del Foro

LAS JUVENTUDES GILERIANAS Y SEÑALES DE HUMO (14/11/2001)

De lo anterior yo deduzco algo que vengo defendiendo una y otra vez, es IMPRESCINDIBLE organizarse. A ver si ahondamos un  poco en ello. Para empezar sería bueno hacer un análisis de la situación. Veamos, hay en el Atleti alrededor de 45.000 abonados, es una cifra que es de los pocos datos comprobados que tenemos. Con el carnet atlético no tengo ni idea cuantos seremos. Y aficionados en general al margen de los abonados y propietarios del carnet atlético, es todavía más difícil de hacer números. Sin más ánimo que el de poner una cifra, que no sé si se quedará corta o larga, vamos a partir de 100.000 seguidores del Atleti. De esos cien mil, (o quinientos mil o un millón, que me da igual para el argumento), ¿cuánta gente piensa de forma activa que Gil es un impresentable causante, por su mala gestión, de la situación económico-deportiva de nuestro Club? ¿Tres mil del Frente y otros tres mil de fuera del Frente? Imposible la cuantificación, pero en cualquier caso, creo que calderilla. Un porcentaje importante chillará contra el palco como en todas partes, cuando el equipo esté en situaciones dramáticas. La inmensa mayoría pasa de pensar, que a eso no van al fútbol, (amigos míos atléticos me argumentan eso). Y otros muchos, tal vez la mayoría, sencillamente no están ni a favor ni en contra de Gil. Porque Gilistas convencidos me parece que tampoco hay tantos.

Por otra parte el Atleti es una SAD, y a mi modo de ver está claro que a una sociedad mercantil no se la transforma con movimientos sociales. Si no hay una OPA, tan de moda en estos tiempos de fusiones, o una compra por parte de un  grupo económico con posibilidades para ello, previa aplicación de la metodología de “juego limpio”, característica  de estos tiburones, nada puede impedir la continuidad de los actuales gestores, salvo que las cosas se le vayan de las manos, se demuestren fraudes y las acciones salgan a pública subasta. Y como comprenderéis, no creo que los participantes en esta página podamos reunir, así por arte de magia, los miles de millones necesarios para meternos en el ajo. Y si hay alguno que lo diga. En serio, desde nuestra posición no podemos hacer nada para que el Club cambie de manos.

 ¿Nada? En el tablero de juego que hemos diseñado en los párrafos anteriores ¿qué posibilidades tenemos de meter la mano? Si no somos ni mini ni maximalistas algo podríamos hacer. A bote pronto se me ocurre que se podría ir creando el caldo de cultivo para que pudiera tener lugar una mutación genética. Espero que hayáis entendido la metáfora. Quiero decir que podríamos dedicarnos a extender lo que nosotros tenemos tan claro para ir siendo cada vez más. ¿Para qué? Para que el habitual de los juzgados se preocupe más todavía que con lo del Frente. A lo mejor eso influye en su mayor o menor cantidad de ganas de vender y no seguir con patatas calientes si aparece alguien dipuesto a comprar. También pudiera ser que el posible comprador se apoyara en nosotros, si tenemos un mínimo de fuerza “sociológica” para organizar el asalto, con lo que si hubiera más de un interesado, (el Atleti creo que es un plato apetitoso para algunos capitales), podríamos hasta tener nuestra cierta capacidad de influencia desde fuera del cotarro económico.

Naturalmente que todo lo anterior está supeditado a lo que seamos capaces de hacer como grupo. En ese sentido, lo primero organizarnos que es como empezaba esta columna. Pero no creo que debamos ser una peña más, sino un aglutinante de peñas y aficionados en general, y al tiempo un propulsor del descontento con Gil. En ese sentido me inclino por convertirnos en una Asociación, (que luego podemos denominar asociación, plataforma, o como nos de la gana, siempre con el apellido de Señales de Humo, que además de bonito ya tiene su caché, al menos en la red), sujeta a la Ley de Asociaciones de 1964, que es lo más sencillo de montar. Basta con unos Estatutos y un acta fundacional en la que se nombre una junta directiva, llevarlo al Registro correspondiente, y presentar cuando te lo digan, los Libros de Actas, de Socios y de Cuentas. Esa Asociación, Plataforma o lo que sea, debería, según mi opinión, plantearse como primera medida saber las fuerzas con las que se cuenta. Para ello los primeros esfuerzos deberían centrarse en elaborar un documento breve, (que quepa en una hoja por una sola cara y lo más atractivo de leer), que sirva para atraer socios. Ese documento, que debería acompañarse de una hoja de inscripción, tiene que llegar al máximo de aficionados atléticos, y en la medida de lo posible haciendo lo que se llama un puerta a puerta, para que no vaya directamente a la papelera. Para eso se podría utilizar el canal de las peñas, y también mesas de inscripción, al estilo de lo que hacen algunas organizaciones cuando piden firmas, en los días de partido. Del resultado de esta captación inicial de socios dependerá lo que nos podamos plantear después. Claro que esta captación de socios se podría apoyar con ruedas de prensa, intervenciones en programas deportivos, etc. Ni que decir tiene que contra menos sectarios seamos más éxito tendremos. Es decir, que la Asociación como tal no debería plantear insultos en sus intervenciones públicas para no epatar a gente moderada pero que podría estar en una acción contra Gil. Si el fin es influir en la venta de las acciones del Club no podemos hacerlo sobre la base de “pocos y buenos”, sino siendo el mayor número de aficionados atléticos posible. Incluso pienso que, teniendo en cuenta el tipo de contexto social en el que nos movemos, que algunos famosos formaran parte de la Asociación podría ayudar bastante. Cuando hagamos el recuento después del tiempo que fijemos como campaña inicial de captaciones, será el momento de plantearnos otras acciones.

 En definitiva, tenemos que trabajar mucho e inteligentemente porque la tarea no es fácil, ni las condiciones son las idóneas. Pero el que algo quiere algo le cuesta. Ahora nos toca demostrar que nuestro sentir los colores, desde la óptica que nosotros tenemos, no se queda en manoteos al aire. ¿Vamos a ser capaces?