LOS OTROS ATLÉTICOS (21/11/2001)
“Perdonad mi juventud (27 años), pero no recuerdo mejor época atlética que yo haya vivido que la que Jesús Gil nos ha dado. Ojalá quien venga después lo haga mejor, pero no hay que quitarle el mérito a la familia Gil por todas las alegrías (sobre todo EL DOBLETE)” Desde el formulario de opinión se nos trasladó al foro de la web estas palabras de un aficionado atlético. Ya hice allí algunas consideraciones, pero creo que no viene mal profundizar en el tema desde esta sección.
En Señales de Humo parece como si nos hubiéramos juntado todos aquéllos que tenemos una visión acerca de la gestión del actual Presidente completamente negativa, incluídos quienes en su momento apoyaron a Gil, pero que han reconocido que fue un error y ahora mismo opinan que lo mejor para el Club es que se vaya. Pero esa opinión vertida por un seguidor de nuestro equipo debe hacernos recapacitar. Lo primero que se me ocurre al leer el comentario es que no todo es “antigilismo” en el Atlético de Madrid. Es más, supongo que muchos tenemos relación con otros atléticos que piensan así. Y eso me lleva a un interrogante. ¿Qué proporción hay de unos y de otros? ¿Cuántos hay que consideramos la era Gil como nefasta y cuántos piensan como el autor de las palabras que inician este escrito?. En cualquier caso lo que parece evidente es que en estos momentos hay una divergencia de criterios difícil de cuantificar, Y que esos otros aficionados atléticos seguramente están por el equipo, tal vez de otra manera, pero tan válidamente como lo podemos estar nosotros. Y forman parte, igual que nosotros, de esa gran familia de muchos miles de seguidores del Atleti, sufridores de un contexto sociológico-periodístico-político-deportivo nada favorable a nuestros colores. Entonces ¿qué? ¿Cerramos los ojos y los ignoramos? ¿Nos ponemos en plan purista y pensamos que mejor “pocos y buenos”? Ahora que estamos inmersos en organizarnos para defender los intereses del Atleti, ¿nos olvidamos de que existen “otros atléticos”?. Pienso que sería un gran error, que además nos conduciría al mayor de los fracasos, no contar con toda la afición a la hora de ponernos en marcha, Esto no puede ser una plataforma anti-Gil sino pro-Atleti. Que en ese contexto muchos pensemos que ambas expresiones son la misma cosa, no significa que no actuemos inteligentemente y no se plantee todo en un sentido positivo, es decir pro-algo, no anti-algo. Es una manera de aunar voluntades y crear las condiciones para, poco a poco, ir atrayendo a todos a algo que me parece de cajón, pero que no todos lo comprenden así. Si cada vez que el Presidente engendra una barbaridad, de las muchas que hace, que va contra los intereses del Atleti, la Asociación se pone al frente para intentar evitarla o por lo menos denunciarla, es posible que muchos empiecen a recapacitar. Esta es la forma de ir trasformando las ideas a todos los que todavía tienen más en cuenta el doblete que el descenso, las demagogias horteras que la gestión nefasta. Es mi parecer que todos vamos en el mismo barco. Y que el problema no es de marineros sino de un capitán que no sabe mantener el rumbo. Tal vez haya entre la tripulación quienes no sean conscientes de que nos hemos estrellado contra unas rocas por culpa del capitán, pero nunca saldremos de ahí si los más clarividentes no convencemos a los demás de cual es el problema. Y esa es la tarea que nos debemos imponer. Difícil pero vital. Actuar con lucidez e inteligencia, retrocediendo, si es necesario, un paso atrás, siempre que luego avancemos dos hacia delante. Creo que el Atleti se merece nuestro esfuerzo para ayudar a llevarlo hacia las mayores cotas de gloria. Y en ese esfuerzo se incluye hacer de tripas corazón y contar con todos. Claro que el cuerpo a veces nos pide otra cosa. Pero si tenemos que recoger la mierda que el perro ha depositado en el salón de nuestra casa no podemos decir que nos da asco o que a lo mejor nos ensuciamos los zapatos. Reconozcamos que ni estamos solos en el Atleti, ni somos el ombligo del mundo. Simplemente pensamos de una manera determinada y además creemos tener razón. Demostremos a los demás que la tenemos... con argumentos.