Volver a empezar (13/12/2001)
Había venido de Chile y era periodista. No le interesaba mucho el fútbol, pero como tenía que cubrir la noticia de Zamorano en el Madrid para su television, me llamó y me dijo : "Tengo dos pases de prensa para el Derby de esta noche. ¿te vienes?" Fuimos a la zona de prensa, donde al margen de las comodas butacas, regalaban las cervezas y podíaas picar lo que te viniese en gana de balde. Pero yo, nervioso antes de un derby, no dejaba de mirar al tercer anfiteatro, frente a nosotros, en aquella zona de pie, cerca de los focos. Allí, esquinados, se hacinaban 2000 o 3000 hinchas rojiblancos, el Frente Atlético. Les escuchaba cantar sin descanso, corear los nombres de sus jugadores en el calentamiento, arremeter con pasión con el himno... ¡Como me ha gustado siempre que la aficion cante nuestro hinmo! Era una masa rojiblanca única, con una sola garganta. Joder, yo me queríaa ir con ellos, pero mi colega chileno, ¿como lo vería? Lo más seguro es que pensase que me había vuelto loco de remate. Animado por dos cervezas, y con el fondo cancionero de los míos, le dije : "Oye tronco, vámonos allí arriba, con los del Frente" Me miró sin comprender muy bien. "Sí allí arriba, con aquellos" No dijo nada. Durante más de diez minutos le expliqué como me salió lo que yo entendía que significaba ser rojiblanco en Madrid, que tipo de afición eramos, cuáles eran nuestros origenes y nuestros éxitos, y en que barrios y zonas de Madrid eramos mayoría. Como buen periodista me escuchó atento. Luego me dijo : "Vamos" Abandonamos las comodas butacas, las cervezas por la patilla, los canapes de postín, y de puerta en puerta, con nuestro pase de prensa, nos aventuramos por el estadio, cruzándolo de parte a parte, ante la incrédula mirada de los guardias de seguridad y porteros que no terminaban de comprender como con esos pases de cuasi palco, queríamos ir al gallinero. Por fin llegamos junto al Frente. Fue como llegar a casa despues de un largo viaje. Allí estabamos todos. Inmediatamente comezamos a cantar, bueno yo cantaba, pues mi amigo, el chileno, solo sonreía sorprendido por el ímpetu de aquella afición. Yo me sentía orgulloso de ser atlético, de estar allí, de que el campo vikingo tuviese que evidenciar quienes eramos y como animabamos a los nuestros. La cronica de mi colega para el Canal 13 de Chile habló de nuestra aficion sin par, olvidando a Zamorano.
¡Cuántas veces he sentido esa sensación! Muchas, muchas veces en el Calderón la afición ha sido una, aglutinada en torno al Frente, que ha llevado al equipo en volandas, ha intimado al rival, ha hecho palidecer de envidia a otras aficiones, que en el viaje de vuelta a casa, la mayoríaa de las veces con la derrota, han hecho cábalas para convertirse en algo parecido a lo que vivieron esa noche en el Manzanares.
Esos cientos de momentos mágicos se eclipsan, se ensucian, se pierden para siempre con acciones puntuales de cuatro cafres. Y lo que es peor perdura en la memoria colectiva el acto punible frente a cientos de momentos limpios, puros, gloriosos. Pero así es la vida. Ahora somos un equipo de Segunda, y para muchos rivales, para muchos aficionados al fútbol, nuestra gran historia como club se ha diluido en el olvido, acostumbrados a ver en la quiniela Atlético de Madrid - Recreativo de Huelva. Parece que todos han olvidado nuestros partidos europeos, la lección de futbol frente al Borussia en su campo, aquellos partidazos contra el Barca, nuestras Ligas, nuestras Copas... todo esta lleno de telarañas , como guardado en el rincón oscuro del desván, lleno de polvo.
Y con el Frente pasa algo parecido. Tantos momentos excelentes sepultados por cuatro acciones absurdas, sin sentido, alguna de ellas tristemente trágica, otras contra corriente, producto de quien sabe que mecanismo equivocado... El caso es que esas acciones hacen mucho daño a nuestro club, a nuestra afición, a nuestra imagen, a la merecida fama de gran grupo que muchas veces se ganó el Frente. Y cuesta mucho recuperar de nuevo el camino perdido.
El Frente ha hecho mucho por el Atletico, así lo pienso y así lo digo. Que dentro de sus filas se escondieran indeseables no debe de contradecir lo anterior. Los dirigentes del Frente debieron darse cuenta a tiempo y erradicar esos comportamientos. No pasó y no es momento de pasar factura por no haber hecho lo correcto en su momento. Pero ahora estamos ante un momento muy importante en nuestra historia. Todos, absolutamente todos los atléticos debemos de trabajar en una única dirección. Recuperar nuestro sitio, nuestro prestigio, nuestro orgullo. Debemos estar unidos empujando en un sentido que para mi es muy claro : Cambiar la forma de actuar en el club, convertirlo en un club moderno, competitivo, imbatible. Estamos hartos de decirlo y con dos frases sobra: Somos el tecer equipo en España y debemos de luchar por objetivos muy altos, dejar a clubes como el Depor o el Valencia mirando nuestro trasero. ¡¡Pero cuánto camino queda por recorrer para llegar a ese momento!!
Recojo el guante de Picasso. El Frente quiere iniciativas, yo sugiero alguna. Dentro del grupo, y tan solo es preciso leer algunos mensajes, hay gente que piensa y que escribe muy bien, Chinasky por no ir muy lejos . Pensad soluciones para recuperar vuestro prestigio, para ayudar a vuestro equipo, para unir a la afición. Redactar un comunicado en condiciones y acudir a los medios de comunicacion. Los periodistas huelen que algo pasa y estarán ávidos de rascar. Hagámoslo con inteligencia. Ya sé que es muy dificil aparecer ahora como el Frente, como si aquí no hubiese pasado nada, publicar un comunicado y que la gente lo lea con atención. Este es el reto. La imagen esta muy dañada, pero aún hay tiempo. En ese comunicado plantear vuestra visión de las cosas, el futuro del club, la relación con Gil, la apertura del Consejo de Administarcion a nuevas empresas, la modernización de la entidad, la afición del Atleti. Para ser nuestra voz tenéis que ganároslo de nuevo, no podéis pretender que os sigamos por caminos absolutamente equivocados.
Los "Kiko cojo muerte", los plantes al equipo, los incidentes terribles de Zabaleta, deben de desaparecer para siempre, si es que no quereis que la separacion acabe en divorcio. Yo al menos no lo deseo.
Y se que nuestros objetivos como atléticos están muy cerca.
Forza.