GILISMO Y ANTIGILISMO (22/02/2002)
| GILISMO Y ANTIGILISMO 22-2-2002 |
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En esta página, y especialmente en su estupendo Foro, un tema constantemente recurrente es el del accionista mayoritario de Atlético de Madrid. Y salvo casos muy aislados en el sentido de que ese personaje y su entorno han hecho mucho daño al Atleti y debería desaparecer del entorno atlético. Esa es la opinión generalizada de quienes intervienen en el Foro. Pero a partir de aquí sería necesario un análisis lo más desapasionado posible para saber qué terreno pisamos y en qué ámbito nos movemos.
En esta página, y especialmente en su estupendo Foro, un tema constantemente recurrente es el del accionista mayoritario de Atlético de Madrid. Y salvo casos muy aislados en el sentido de que ese personaje y su entorno han hecho mucho daño al Atleti y debería desaparecer del entorno atlético. Esa es la opinión generalizada de quienes intervienen en el Foro. Pero a partir de aquí sería necesario un análisis lo más desapasionado posible para saber qué terreno pisamos y en qué ámbito nos movemos. Lo primero que se me ocurre es que, en relación con la inmensa masa de seguidores atléticos, abonados y no abonados, los que intervenimos en el Foro de Señales somos como una gota de agua en medio de un océano. Y por lo tanto, si bien las opiniones allí vertidas suelen ser bastante homogéneas, considero un error de cálculo muy grave hacer extensivo a toda la afición atlética nuestra forma de ver las cosas. Es más, seguro que las amistades atléticas que rodean a la gente del Foro también influyen en que nos creamos que los demás piensan como nosotros, porque la tendencia, en esto y en cualquier orden de la vida, es a juntarnos con la gente afín a cada uno. Pero creo que las cosas son muy diferentes. A falta de encuestas fiables, pero tomando un dato por aquí y otro por allá, tengo la impresión de que la gran mayoría de los aficionados atléticos pasa de si Gil sí o Gil no. Y que además por esa especie de “lo que está ahí, está ahí, y a mí que más me da”, reaccionan negativamente ante agresiones a “lo que está ahí”, (y si no que se lo digan al Frente cuando ha intentado meterse con el susodicho en el Vicente Calderón). También creo que no debemos despreciar a una cantidad indeterminable de aficionados que sí están conformes con el populismo barriobajero del accionista mayoritario. Y que le ríen las “gracias” y hasta dicen que qué cojones tiene. Aquí esto nos pude resultar malsonante, pero empezaros a recorrer peñas por ahí y veréis cómo está el percal. También dentro del Foro hay distintas formas de enfrentar el tema. Desde quienes tienen una fijación con la llamada “famiglia” que, como las orejeras de los burros, les impide ver más allá que no sea la demonización del “enemigo”, hasta los que se lo toman con más filosofía, yo me encuentro entre ellos, y el reconocimiento de lo nefasta que ha resultado la gestión del accionista mayoritario a lo largo de los años, no impide vislumbrar acciones positivas en el Atleti, e incluso posibilidades de que a pesar, y por encima, de Gil, puedan producirse en el Club acciones beneficiosas para la Institución. Son dos posturas diferente sobre una misma opinión. Por un lado los que sostienen que mientras el actual accionista mayoritario siga al frente del Club nada podrá funcionar en el Atleti, y los que mantenemos que a pesar de lo negativo de la acción del accionista mayoritario, en el Club se pueden dar pasos que mejoren su imagen y sus resultados. De todo lo anterior se deduce que la situación es más compleja de lo que algunos piensan. Y que simplificarla no va ayudar a resolver los problemas actuales. Si no conseguimos movilizar a la mayoría silenciosa, (a veces no tan silenciosa), difícil lo tenemos. Y si no encontramos alternativas más difícil todavía. En cuanto a la mayoría silenciosa, habría que recordar que solo se mueve por sí misma en contra de lo establecido cuando las cosas van mal. Y eso no solo en el fútbol. Por lo que sería tal el esfuerzo de información que habría que realizar en estos tiempos de bonanza deportiva, sin que esté demasiado claro que vayamos a obtener buenos resultados, que, sin dejar a un lado esta tarea, pienso que sería mucho más factible encontrar alternativas. Ahí es donde se deberían concentrar los esfuerzos en relación con el tema Gil. Y digo tema Gil porque en el Atleti hay muchas más cosas que se pueden hacer además de intentar que Gil desaparezca. Y esto es una digresión que hago en relación con la Asociación que está naciendo en Señales de Humo. Porque no creo que la Asociación deba ser una plataforma cuyo único objetivo sea echar a Gil. Los objetivos que marcan los Estatutos son mucho más amplios. Pero no es de eso de lo que yo me proponía hablar en esta columna. Hablaba de encontrar una alternativa, tal vez como única fórmula, para sacar al accionista mayoritario del Atleti. Y aquí tenemos la madre del cordero. ¿Quién o quiénes sustituirían a Gil? ¿Quién compra la SAD Atlético de Madrid? Aquí se me acaban las ideas hoy por hoy. Se ha hablado en el Foro de Pepe Barroso. Pero eso no es más que un deseo. Algo así como si dijéramos que nos gustaría tener a Owen en el Atleti. Una elucubración, un sueño de la razón, que, según Goya, engendra monstruos. Encontrar esa alternativa no tengo claro que pueda depender de nosotros. Tal vez si Señales de Humo tiene éxito y es capaz, con el tiempo, de aglutinar a una parte importante de la afición atlética, tuviéramos fuerza para incitar a quien sea a ponerse al frente del Atleti. Pero mientras tanto.... Otro día analizaré qué podemos hacer mientras tanto. Sería la tarea de nuestra Asociación que ahora echa a andar. Teniendo claro que lo que hagamos nosotros deberá unirse a lo que hacen otros dentro y fuera del Club, para entre todos, cada uno con nuestras características devolvamos al equipo, corregido y aumentado, el esplendor de antaño. Porque eso es lo que nos mueve a muchos miles de españoles que llevamos al Atleti en el corazón. Nada más y nada menos.