El último asalto (04/04/2002)
A pesar de la mediocridad de nuestro equipo, de su escasez de recursos y de su mal estado anímico, a día de hoy y a pesar de que por desgracia se ha cumplido la peor de las hipótesis de las que planteé en mi anterior mensaje titulado “De calendarios y vía crucis” sigo pensando que sólo hay algo capaz de impedir que el Atlético ascienda: el propio Atlético de Madrid.
Que nuestro equipo está tocado es innegable, es como un boxeador medio groggy, con la ceja abierta, pero que resulta que va ganando el combate por una porrada de puntos sólo quedan un par de asaltos para el final y el rival está tan groggy como él, sin fuerzas para dejarle K.O. y con poco tiempo para remontar la diferencia de puntos. Cuando suene la campana y venga a la esquina antes del último asalto ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a abroncarle porque la última semana no entrenó bien, o porque dos días antes del combate se fue de putas? ¿Vamos a decirle que no merece ser campeón, porque debía haber noqueado a su rival en el quinto asalto? ¿Vamos a tirar la toalla para que no sufra en el último asalto y esperar al año que viene para que con un nuevo mánager, intente conseguir el título con mejor preparación?
Yo desde luego voy a intentar suturarle la ceja, embadurnarle de vaselina los pómulos, darle a oler amoníaco para despejarle y le voy a decir que le quedan tres putos minutos para tocar la gloria, que intente mantener la guardia alta, que se mueva para evitar que le cacen y si no puede que se agarre, que se trabe, que no deje boxear al contrario. Y si, Dios no lo quiera, pese a todo cae a la lona, yo le gritaré para que se levante para que evite el K.O. porque todavía habrá esperanza, y porque tal vez no haya otra oportunidad y aunque la haya todo el sacrificio que se ha hecho, todo lo que se ha sufrido, merece el premio de la victoria, tal vez no una victoria gloriosa, ni histórica ni ejemplar, simplemente una victoria.
¡!!!!!!!!!!!!!!!!!Aleeeeeeeeeeeeeeeeti!!!!!!!!!!!!!!!!.