Los partidarios del recambio argumentan que "el Sabio de Hortaleza" está trasnochado, su esquema de juego es antiguo y de sabio le queda poco, más bien, como alguno dice, es un recalcitrante ludópata, y otros, por contra le achacan perder a propósito los encuentros en la primera parte de la temporada, amparándose en su famoso último tercio del Liga, como excusa para mantener su puesto hasta entonces, momento en el que sus equipos remontan en la clasificación.
¿Alguien de verdad piensa que Luis Aragonés necesita perpetuarse en el puesto de entrenador del Atlético de Madrid? Si mañana saliese del club, a las pocas horas tendría magníficas ofertas encima de la mesa -hasta hace dos días la de seleccionador nacional- que le asegurarían un equipo de primer nivel. No es que Luis necesite al Atlético, es que el Atético le necesita a él. ¡Y no sabemos cuánto!
Un aficionado decía hace unos días una verdad como un templo. Una verdad muy dolorosa, por otra parte. El Atleti ya no es un grande, aunque todo su entorno se empeñe en vivir como si aún lo fuese. El Atlético de hoy en día está a años luz de lo que un día fue, uno de los mejores equipos del continente europeo y del mundo. Era entonces un equipo temido, respetado, admirado, limpio, bien gestionado, aunque su economía no fuese muy boyante. Sabía fichar, tenía magníficos ojeadores, cuidaba su cantera, y los grandes futbolistas que llegaban a la ribera del Manzanares -o a la calle Reina Victoria en el Metropolitano - se quedaban hasta el final de su carrera defendiendo la elástica rojiblanca. Todo eso acabó y ahora el Atlético es todo lo contrario, un equipo que sufre por ganar, que ficha motivado por los oscuros intereses de sus dirigentes, donde recalan futbolistas de primer nivel que duran el tiempo necesario para hacer con ellos una magnífica operación económica, que utiliza la cantera como eso mismo, como una mina, pero no para nutrir al primer equipo como deberái de ser, sino para realizar operaciones deportivas favorables para la cuenta bancaria del maximo dirigente. La sombra del descenso está siempre ahí, y los atléticos de corazón ven como cada dia que pasa otros equipos, antaño segundones, son hoy en día modernas entidades que superan en casi todo a su querido Atleti. Al Atlético de Madrid solo le queda una cosa para marchar con la cabeza alta, todavía. Y es su afición, siempre leal, fiel, única.
¿Qué pasaría si Luis saliese del Atleti? Unos sueñan con entrenadores de campanillas que le suplan en el banquillo. Suenan nombres que todos conocemos, Irureta, Schuster, Manzano, Victor Fernández, Bianchi... Sin embargo ¿con que dinero se ficharía a cualquiera de ellos? Hoy en día, la Justicia nos impide ni siquiera fichar en el mercado de invierno, si es que quiseramos reforzarnos en Diciembre, ya que todavía se debe el traspaso de un jugador que lleva con nosotros casi dos años, como es Movilla. ¿De qué equipo grande estamos hablando?
El club no tiene un duro. Luis y Futre tuvieron que hacer maravillas - convencer a medio mundo apelando a la grandeza del Atlético y de su afición- para confeccionar un equipo que devolviese al club a Primera. Y lo lograron con dos perras gordas. Aquí Luis tuvo mucho que decir, y gracias a su larga trayectoría en el mundo del fútbol, consiguió que algunos jugadores fuesen recuperados y valiesen para jugar en Segunda. Ahí están Otero, Armando, Nagore o el mismo Stankovic. Sin apenas fichajes, sin inversión de relevancia, guiados por la mano maestra del Sabio el equipo regresó por la puerta grande a Primera División, tras dos años negros en el pozo del infierno, sin abandonar el primer puesto hasta su ansiado ascenso. Todo, entonces, fueron abrazos, alegría y esperanza.... Esperanza que nunca se pierde, ni en los malos momentos, pero de la que ya va quedando poca entre los colchoneros.
Ya en Primera todos los atléticos esperábamos que aquella promesa de Gil se cumpliese y, al fin, se pudiese hacer un equipo competitivo para luchar por algo grande, además de festejar nuestro Centenario como se merece. Pero, una vez más, Gil mintió a su gente. Se habló del Piojo López, de Riquelme -estaba hecho- de Mendieta, de la vuelta del Cholo Simenone, de Rui Costa, de Tiko, de muchos jugadores importantes. Pero finalmente la realidad fue muy distinta. El equipo se basó en el del año anterior en Segunda, más la incorporación de una pléyade jugadores cedidos. ¿Pero que equipo se puede formar así? ¿Qué futuro le espera? La cantera del Milán nos llaman, y nuestra joya Torres ya está e el punto de mira de media Europa. De nuevo estamos con la errática política del club. Jugadores que una vez terminada la temporada abandonan el equipo, al que regresan, a su vez aquellos que fueron cedidos a otros conjuntos. ¿Qué hombre de club va a ser Contra, por ejemplo, si el año que viene está de nuevo en Milán? ¿Y Albertini? ¿Y Jose Mari? Y en el lado contrario, que atlético estamos formando en una promesa como Colsa que un año está aquí, otro allí, otro de vuelta...
Luis como todos fue engañado por Gil. Y el mister solo pidió a Ibagaza, y por algo sería. Ahora nos damos cuenta por qué. La respuesta del club fue tajante "No. No hay dinero, y además ya ya tenemos demasiados jugadores" Pero ¿qué jugadores? Un entrenador que afronta la Primera Divisón pide un futbolista en concreto y no se lo dan. ¿Irureta o Bianchi aceptarían estas condiciones para entrenar al Atleti? Solo las puede aceptar un atlético como Luis que quiere sacar el barco adelante o una medianía que quiere aprovecharse del nombre del Atleti para ascender en su carrera.
Y dijo Luis : Conseguir 46 puntos, ese es el objetivo. ¡Anatema! ¿el Atleti conseguir 46 puntos? El Atlético de Madrid por historia, juego y afición debe de jugar la Champions.¡Ahí queda eso! ¡Luis es un cagón! No le dan ni siquiera un jugador, tiene cedida toda la plantilla, no puede fichar en Diciembre, su equipo es el que tenía en Segunda en su estructura básica, pero hay que jugar la Champions.
Ahora vienen 5 partidos muy dificiles. Villareal, Real Sociedad, Deportivo, Real Madrid y Barcelona. Si las cosas se dan mal, y es muy posible que esto ocurra, nos podemos ver dentro de cinco jornadas en la cola de la clasificación. Los nervios cundirán -ya cunden, de hecho- y se pedirá con mayor ardor el puesto de Aragonés. Y es posible que El Gran Culpable, el Cáncer, Jesús Gil y Gil, entregue a la afición la cabeza del técnico. Entonces las cosas pintarán mucho peor, sin duda. Con Luis fuera del club y en los puestos de abajo de la tabla, nuestro Centenario puede convertirse más en una pesadilla que en la fiesta que todos esperábamos.
¿Qué futuro le espera al equipo? ¿Con que jugadores contará el año que viene? ¿Qué entrenador se sentará en el banco si el club sigue intervenido, las taquillas embargadas, las deudas acosando nuestra historia, sin dinero para formar un equipo de garantías? ¿Adonde nos conduce este caos, este desorden, esta situación terrible que vivimos los atléticos y a la que nos ha conducido Jesús Gil y Gil?
Por eso, rojiblancos, es hora de que todos empujemos en la misma dirección. En primer lugar tenemos que mantener a nuestro equipo a flote. Todos sufrimos con las derrotas, pero es hora de dar el do de pecho y ayudar a los nuestros con nuestro ánimo ya que cada punto que consigamos es un punto de oro para nuestro futuro. En segundo lugar la afición se debe de unir, tenenos que hablar con el abonado del asiento de al lado, con el de tres butacas más allá, con el de detrás, con el de más abajo, con los compañeros del autobús, con el que