Bancarrota (06/01/2003)
Esta columna no tiene matiz derrotista, sino realista. No estoy desesperado, sino convencido totalmente de lo que en ella manifiesto. Con el debido respeto a las personas, no tengo más remedio que criticar a D. Luis Aragonés por los siguientes motivos:
¿Cómo tras tantas jornadas disputadas no ha dado con un esquema de equipo?.
¿Por qué después de los partidos no hace una autocrítica dura y valiente del mal juego del equipo, limitándose a decir que no hay crisis de juego sino de resultados?.
¿Por qué es tan maniático cuando después de contar con varios jugadores para la titularidad, de pronto los hace desaparecer hasta de las convocatorias?. (El año pasado al pobre Colsa por unos malos primeros minutos de un partido, lo hizo desaparecer del mapa Atlético; ahora en el Valladolid, como juega Pucela!, lo borda).
¿Por qué es tan maniático por el contrario, en mantener a determinados jugadores contra viento y marea, cuando de todos es sabido que es jugar con menos de once jugadores, cuando aquellos saltan al campo: Carreras!!!, Stanko (no puede con el balón), Luis García (en otro equipo de más calidad podría brillar, pero es un poco Curro Romero, sin continuidad en el juego; como suponía lo que iba a pasar, lo he controlado para saber en que minuto tocaría el primer balón: en el minuto 12!!!) Santi, Correa… Bueno, por fín a este último ya no lo convoca.
Hay una afirmación suya que me hace pensar en que aún no ha perdido de todo el norte, cuando dice que nuestra meta es la permanencia. En esto estoy de acuerdo con él. Ojito, que tal como se desenvuelve el equipo, nos va a costar trabajo conservar la categoría. (No es pesimismo. Al final de temporada, prometo dar la cara sobre esta afirmación).
Las cosas podrían cambiar, si mantuviera un esquema general definido, donde los jugadores adquirieran confianza su juego y no salieran nerviosos, sabiendo que si fallan no se volverá a contar con ellos. Si dotará al equipo de un estilo de juego, por ejemplo, presión asfixiante y contraataque que tan buenos resultados nos dio en otras épocas. (Actualmente, cuando un jugador presiona a un contrario, no recibe la ayuda generosa de otro compañero).
Particularizando sobre el partido de hoy: ¿Por qué no saca a Coloccini (para marcar al potente por arriba Palermo y saca al enano Santi?. ¿Por qué no sustituye antes al coladero de Carreras?. ¿Por qué de nuevo Torres tiene que jugar "solo" contra los defensas contrarios?.
Don Luis: hágame caso y saque al siguiente once tres partidos seguidos:
Esteban, Contra, Coloccini (en el Alavés demostró su gran valía), García Calvo, Sergi, Movilla, Albertini, Emerson, DANI, Torres y José Mari. Para sustituciones Jorge, Luís García, Hibic, Nagore… (¿Como está Juán Gómez?).
Excepto en el doblete y alguna que otra Copa del Rey, desde que entró en nuestro casa Gil, y ya son años, estamos siempre con los mismos anhelos: a ver cuando, a ver cuando..
Y pasan y pasan los años… y siguen los sinsabores y decepciones. A este paso, no habrá ningún niño que se vea atraído por nuestro colores. ¡Qué pena!.
Gil que de soltar siempre la misma perorata: Que estamos por encima de nuestra posibilidades, que si los aficionados no damos nada por el Atleti… ¿En otros equipos que es lo que dan sus aficionados que no demos nosotros?. Puesto a dar, damos más que ningunos otros y más de lo que el juego del equipo merece.
Si yo fuera Jesús Gil, honradamente haría examen de conciencia de lo que el Atleti ha conseguido durante ese mandato y me marcharía, reconociendo que lo mío no es el fútbol o que soy gafe para el equipo.
A mí no me importa empezar de "cero" y hacer las cosas con sensatez y sentido común. Pero Dios mío. ¿Cuántos y cuantísimos jugadores han pasado por nuestro club, han sido titulares dos o tres temporadas y después han desaparecido del fútbol, o han ido a parar a la segunda A o B?.
Si es verdad que se ha gastado tanto dinero, ¿Cómo es que los resultados no han sido buenos?. Que no le eché la culpa al entrenador o a los jugadores, ya que en el barco que es un equipo de fútbol, el patrón es el culpable tanto de los éxitos, como de los fracasos.
Queridos atléticos, hasta la próxima.
Modesto de Cantabria.
Mi posdata es la de siempre: este escrito lo envío también a Gil y a Luís. (Como siempre, irá al cesto de los papeles).