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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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Latidos de corazón rojiblanco (I) (20/04/2003)

 

26 de abril de 2003. 9:00 a.m. En algún lugar de la capital de España suena un despertador

-Joder, que dolor de cabeza. Sabía que la última copa me sobraba, lo sabía.

Camina como un zombie hacia la cafetera con la toalla colgada al hombro. Asoma su mirada por la ventana y observa que hace un gran día, o al menos así se lo parece. Bajo la ventana se escucha a las vecinas más madrugadoras comentar sobre menganito y fulanito. Para no escucharlas e intentar levantar el ánimo busca un viejo cassette. Prácticamente desmonta la habitación en la búsqueda, pero hoy siente que esa es la música que a de sonar en su habitación, en su casa, en su barrio.

-Por fin, su puta madre.




La ducha y el café ayudan a despejarlo un poco. Ya tiene un tono de voz aceptable y se dispone a llamar. De fondo, a toda hostia, se escucha el himno del Metropolitano. Las vecinas ya tienen un nuevo tema de conversación, ya está el golfo del vecino otra vez montando de las suyas.

-Oye, ¿qué tal? Dime dónde hemos quedado. Bien, pues allí estaré.

Hoy toca hacer una de las faenas más importantes de su vida, para ello desempolva su traje de luces preferido, quizás no era el más bonito pero sí el que mejores recuerdos le traía......


..... El pase fue magistral, con un solo toque me libre del defensa central, la portería esta diáfana, solo me queda el portero, el estadio se pone en pie. Un dolor intenso recorre mi cuerpo, me habían cazado otra vez. Don Evelio es rígido, muy rígido diría yo, de un solo capón me había privado de culminar la jugada de mi vida. La suerte esta conmigo son las cinco y la sirena me libra de una bronca segura, mi casa no queda lejos del colegio, pero no se como me apaño para tardar una eternidad en llegar a casa. Cuando llego a casa le pregunto a mi madre por la merienda. Tenía prisa pues el Rubio ya estaba en la puerta del portal botando el balón. Fue entonces cuando llegó mi padre y me dijo que pasara al cuarto de estar. Allí estaba mi madre cosiendo algo. La recuerdo sentada con la camiseta entre sus manos mientras que con la aguja estaba uniendo a ella algo. Cuando estuve lo suficientemente cerca me di cuenta que era aquello. Sin pensarlo agarré aquella chamarra y la estreché contra mi pecho. Creía que no podía sentir mayor emoción, era la camiseta del Atleti, eran los colores que más quería. Sin embargo, mis sentimientos se dispararon cuando la giré. Era el nueve, era la camiseta de él, del mejor delantero que ha habido en España, era la suya, la de Gárate. No sé si lloraba o reía pero era la hostia, tenia la camiseta del mejor jugador del mundo. Rápidamente me quite lo que llevaba puesto y me enfunde la elástica colchonera. Aquel día batí el record del mundo en descenso de escaleras, tenía que enseñárselo al Rubio y el resto de la panda. Todos hicieron un corrillo a mí alrededor. Como en los toros, aquél fue el día de mi confirmación de alternativa....

-piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. “Gilipollas, a ver si miras por donde vas”

-¿Cómo? Hijo puta, vikingo.

A pesar de estar a punto de morir bajo 10 toneladas de camión, se sentía reconfortado por el recuerdo que acababa de tener, incluso alguna lágrima estuvo a punto de escaparse hacía las mejillas. Hoy todos sus recuerdos iban encaminados hacia un solo sitio, hacia ese sentimiento que compartía con otras muchas personas.

Posted: abr 20 2003, 12:00 por SDHEditor
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