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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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Un gran día (08/05/2003)

Hoy me había levantado en plan "perro que ladra por las esquinas" o "lobo que aulla a la luna", pero me envainaré el cabreo y seré constructivo. Porque la cosa pinta mal, muy mal. Lo dijo el parroquiano de una tasca en la que entré a ver el último partido del Atlético y, si no me engaño mucho, creo que define perfectamente nuestra situación: "Vivimos abrazados a la miseria". Es más, nos parecemos a un musulmán al que un bromista algo sádico hubiese encerrado en un cuarto oscuro con la única compañía de un cochino —me refiero al animal, no sean ustedes mal pensados—. Porque, en efecto, lo que nos pasa es tan absurdo que, sobre inspirar preocupación, mueve a la risa floja.

Por favor, olvídense de Luis; olvídense de los jugadores; olvídense de los árbitros, de la prensa e incluso de los merengues. Concentren su atención en deshacerse del inicuo preboste que mangonea el club. Todas las energías que consigan recabar y todos los planes que se les ocurran deben emplearse y forjarse en —y para— un solo objetivo: borrar de la faz del club a esa nulidad con piernas, pero sin cerebro, que lo preside.

De Gil sería ya —óiganme bien— inaceptable hasta la victoria, y digo "sería" porque no se va a producir NUNCA. De modo que no hay ningún derecho a olvidar ni siquiera por un instante —ah esos resultaditos que son como engordar para morir, acalladores de las protestas y silenciadores de la afición— el incalculable daño que le ha infligido, que le inflige cada hora, a la causa rojiblanca el as de los incompetentes.

Sigue asombrándome por qué no se organiza la marimorena cuando los Giles y su séquito tienen la desfachatez de asomar las jetas por el estadio. ¿Qué nos ocurre? ¿Es que no tenemos siquiera el valor de protestar, el valor de decir: "Tú no, tú ya no, jamás, hagas lo que hagas, proyectes lo que proyectes"?

El domingo puede ser un gran día, en medio de tanto bochorno, si el Calderón se decide de una puñetera vez a rebelarse contra el orondo infortunio que nos aplasta, sea cual sea, repito, el resultado del match.

Háganme caso y corran la voz: "¡Los Gil fuera de Madrid!"

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