El último camino (01/07/2003)
Podrá llegar, renqueando, revolviéndose, hasta el año próximo, es decir, hasta la sentencia del Tribunal Supremo. Podrá refugiarse por momentos en una efectiva buena marcha del equipo. Podrá atrincherarse hasta esperar el mejor comprador o incluso dejarse ganar por un último sueño de gloria. Pero de la lucha con Luis ha de salir herido de muerte.
Y el caso es que a mí me parece que eso Gil lo sabe y que aún así emprende, con miseria y rencor, su último camino. Tienen razón los clásicos: es la manera de morir aquello que marca la altura de un hombre.
Hoy, por primera vez, creo que Gil ha empezado a marcharse.