Letra demasiado pequeña (06/07/2003)
Una vez más, Ozemaría acierta. El tejemaneje en torno a la posible llegada de Eto’o es una de esas cosas que parecen urdidas a propósito para humillar a la afición del Atlético. Empero resulta que la afición del Atleti no se respeta a sí misma y, por tanto, no siente el pordioseo del Atleti ante el Madrid como lo que es: un mordisco a su orgullo o, al menos, al poco amor propio que aún pudiera restarle.
Es un asunto bastante vidrioso. Se supone que el Mallorca no necesita el permiso del Madrid para vender la mitad de los derechos del jugador. (Los blancos pueden, eso sí, proceder a la recompra de tales derechos igualando la mejor oferta que el Mallorca reciba por Eto’o.) ¿Por qué no se limitan los gestores de nuestro club a adquirir la parte del equipo balear? Porque no quieren aflojar los euros, al menos los euros suficientes como para disuadir al Madrid de igualar la puja.
Lo de Eto’o apesta —ya lo dije en esta misma página— a truco publicitario para mantener sumisos a los forofos rojiblancos hasta que eche a andar el nuevo proyecto —léase: la nueva engañifa, el nuevo timo—. Pero incluso suponiendo que Gil Marín haya pensado seriamente en contratar al camerunés, no veo demasiado factible la operación, salvo que contenga detalles que mortifiquen a Ozemaría y a los pocos seguidores colchoneros dignos de tal nombre que aún quedan. (Según ha declarado Florentino, el Real tal vez accedería a que el jugador se foguease en el Atleti para incorporarlo luego a la plantilla merengue. Esto es rebajar a nuestro club a la categoría del Madrid B.) De modo que, si Eto’o recala finalmente a orillas del Manzanares, habrá que leer con microscopio la letra pequeña del contrato. La intuyo menuda, muy menuda.