¿Por qué? (1/11/2003)
Ayer podía haber sido un día perfecto para un atlético, pudo serlo para mi, sin embargo unos pocos con cánticos que solo incitan a mantener un ambiente violento me hicieron triste una noche que no tenia porque serlo.
Ayer al principio y durante el partido un grupúsculo que no merecía estar en al estadio Calderón, confundió el amor a unos colores con el odio ciego y la violencia extrema y eso, en el Calderón me duele como nadie puede saber.
Ayer en el Calderón alguno insultaban a los muertos mientras pedían la libertad para quien los había matado, yo no pude entenderlo porque no entiendo esa defensa de los colores de un equipo de fútbol y eso nubló lo que podía haber sido una noche feliz para mí
Ayer me hicieron entristecer algunos de los que dicen compartir mi sentimiento atlético.
Hoy me ha hecho entristecer aún mas las opiniones de un paisano y compañero de sentimiento atlético que ha defendido lo que ayer a mi me ofendió
Hoy, como ayer sigo sin saber si Aitor Zabaleta era de ETA, de Jarraiz, de la Kale Barroka (o como sea) o un santo varón. Ayer como hoy solo se que vino a mi casa a compartir conmigo un encuentro deportivo y otro invitado a la misma casa le mató.
Hoy, como ayer, solo se que aquella muerte me hizo indignarme y sonrojarme de vergüenza, porque a un invitado a mi casa, alguien que se dice vecino también de mi casa lo mató. Hoy como ayer volvería a comprar flores para ponerlas en el sitio en que cayó muerto
Ayer como hoy me avergüenzo de ese compañero de viaje que apuñaló a un joven que venía a mi casa.
Hoy, como ayer, se que Aitor Zabaleta no portaba armas ni goma 2 ni siquiera polvos pica pica cuando fue apuñalado y nadie puede alegar una imaginación o mejor una excusa increíble, como que era de ETA, para justificar un crimen execrable.
Ayer como hoy no puedo sentir la menor proximidad a quien cometió el crimen porque su acción fue injustificable y premeditada, Y digo premeditada porque ayer como hoy pienso que nadie se lleva un estilete al fútbol con fines benéficos
Por ultimo ayer como hoy como mañana aborrezco y abomino de los salvajes mal llamados atléticos que ayer removían de su tumba a Aitor Zabaleta y pedían la libertad de un asesino sangriento y pandillero
Antes de ayer creía tener un enemigo en el Atleti: GIL, hoy, como ayer, veo que tengo más y más peligrosos.
Lo siento alcarreño no puedo compartir contigo la justificación de la muerte ni la violencia gratuita, quizás un día, nos veamos en el Bar los molinos, nos conozcamos y podamos compartir una cerveza si compartes conmigo el rechazo a violentar el derecho de los demás