Columnas del Foro

Las Perlas del Foro de Señales de Humo

Sobre las Columnas

El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

Recursos Sindicaciones

Sobre antigilismo y antimanzanismo (14/01/2004)

Es curioso, que, a los que nos tildaban de oportunistas por convocar o respaldar una protesta contra Gil cuando las cosas iban mal en lo deportivo, ahora, que van mejor, nos lluevan las requisitorias relativas a qué hay del antigilismo, así como también, a los varios que hemos criticado a Manzano, otras acerca de nuestras críticas.


 

Pues bien, voy a intentar dar una (no la) respuesta a tales requerimientos.

Con relación a Gil, he de decir que los muchos que en este foro nos hemos mostrado, nos mostramos y, quiero confiar, nos mostraremos contrarios a su continuidad como propietario y máximo dirigente -burdas maniobras formales aparte- del Aleti, no creo que sustentemos nuestra posición en función no ya de una racha de buenos resultados, sino incluso de una trayectoria -no me confundo: trayectoria- deportiva mejorada. ¿Por qué? Muy sencillo, porque hay cosas que están por encima de ello: el buen criterio, la respetabilidad y hasta el mismo sentido común, que a veces parece el menos común de todos. ¿Alguien cree que el criterio demostrado por Gil como dirigente del Aleti -por no meterme en otros saraos- tiene asidero razonable alguno? ¿Imagina alguien que pueda ser respetado de nuevo nuestro equipo, aún recuperando algunas posiciones deportivas, mientras estos patanes rijan sus destinos? ¿Es de sentido común que alguien que se ha demostrado que ha hecho lo que este tipo ha hecho, fuera y dentro del Aleti, pueda gobernar a la tercera sociedad deportiva más laureada de este país, y que cuenta por muchos miles sus seguidores?

Como creo que la respuesta a estas preguntas debe ser negativa, a poco sentido común, del propio honor/respeto, así como algún razonable criterio que se tenga, no me cabe concluir en este punto de otra formas más que diciendo: perdiendo o ganando, Gil ya debería estarse pirando. Mas me temo que los triunfos deportivos, que son nuestro gozo, son también reparadora renovación de sus ansias por disfrutar de un lugar bajo la luz de los focos que iluminan el escenario público -y quizá, a la par, entre las bambalinas más bien oscuras donde se hacen los negocietes, o negociazos futboleros. Éste es nuestro suplicio: que nuestro bien es el suyo, y su mal el nuestro, y no parece haber por ahora manera de romper este maldito y firme lazo que une nuestros destinos a los suyos.

Por lo que a Manzano respecta, creo preciso introducir una distinción -que no separación-, entre Manzano persona y Manzano entrenador.

En cuanto persona se merece un cero más grande que la barriga de su jefe. Su manera de entrar en este club y de apuntarse tantos ante la jefatura avivando la hoguera donde ésta quería volatilizar cualquier resto de lo que para muchos de nosotros ha significado y significa Luis, merecen el repudio más absoluto. Como creo que también lo merece su conducta con algunos jugadores que, sin que sienta predilección futbolística o personal alguna hacia ellos, creo que han sido no ya injustamente tratados, sino más aún, sin la mínima dignidad que todo profesional y persona merece. Y me da igual que lo haya hecho por iniciativa propia o siguiendo dictados de la mencionada jefatura, pues no sé que será más despreciable.

En tanto entrenador, he dicho muchas veces que su sistema de juego me parece demasiado arriesgado, aunque no por valiente y ofensivo, sino por hacer demasiadas concesiones a los rivales en la zona donde hoy se cuecen casi todas las habas que se echan al puchero de cada partido. Pero como también dije en su día, en fútbol soy omnívoro, y juzgo por los resultados. Pero no por los que suben al marcador sin más y en un plazo corto o medio, sino por los que se refieren a la solvencia, solidez y consistencia de un equipo sobre el campo. Porque el destino al final de una temporada lo marcan estas cosas, por encima de rachas transitorias o azares incontrolables. Por ejemplo, el Valencia de Benítez no suele ser brillante, pero es solvente a fuerza de sólido y consistente. Mi mayor respeto para él.

Pues bien, hasta hoy, el Aleti de Manzano, aparte de aburrir a las piedras, en general, puede decirse de él cualquier cosa menos que ha sido un equipo solvente por mor de su solidez y consistencia. Si ahora, indecisiones a un lado, con su sistema, empiezan a ser no ya frecuentes sino habituales partidos en que, como durante el segundo tiempo del domingo, veamos un equipo convencido de lo que hace, y a partir de ello sólido, consistente y, en consecuencia, solvente, pues lo reconoceré y disfrutaré. Pero respetar a Manzano como tal requerirá algo más de su parte. Porque un entrenador lo es -para bien o para mal- en buena parte también en virtud de cómo es como persona.

Posted: ene 14 2004, 12:00 por SDHEditor
Archivado en:

Comentarios

Aún no ha hecho nadie ningún comentario. Escribe alguno y sé el primero :P