Mediocridad y conformismo (02/02/2004)
¡Que triste es todo esto! Resulta que estamos peleando por un cuarto puesto en Liga (que nos da acceso a la Liga de Campeones) ni más ni menos que con el Osasuna y con el Villarreal. Resulta que empatamos con los pamplonicas, en el descuento, después de hacer un partido penoso y hay quien se siente satisfecho porque un punto es un punto. Pero, además, en la jornada anterior, contra el Albacete (ni más ni menos), regalamos dos puntos y la misma canción: "un punto es un punto y seguimos en puestos de Champions". Todo esto sin olvidar que hemos regalado el pase a semifinales de Copa al Sevilla (otro equipazo casi galáctico).
Me voy a limitar a hablar de lo que he visto y recuerdo. Para mí que he visto ganar la Copa del 72, la Liga del 73, perder la final de la Copa de Europa, ganar la Intercontinental, la Copa del 76 y la Liga en el 77, recuerdo que no quedar entre los tres primeros y llegar a final de temporada con opciones al título era un fracaso.
Como yo, muchos de vosotros habréis visto en el Calderón jugar a los Pereira, Dirceu, Leivinha, Alemao, Ayala, Becerra, Capón, Panadero Diaz, Futre, Luis, Pedraza, Julio Alberto, Marcos, Arteche, Adelardo, Gárate....
Pero antes, y ahora hablo de lo que he leído y me han contado, hubo otros: Peiró, Ben Barek, Collar, Escudero, Mendoça, Pérez Payá, Rivilla, Calleja, Aparicio...
Al Atleti se le conocía en España, Europa y en el Mundo por sus jugadores, su lucha, su pundonor y sus triunfos. Al Atleti se le respetaba y se le admiraba.
Pero llegó una primera etapa negra. Un tal Cabeza llega a la presidencia y comienza a desestabilizar el Club. Aún así tuvimos opciones para ganar la Liga. Pero poco después llegó lo peor que nos podía haber pasado. Poco después llegó Gil. Y qué voy a contaros ya que no sepáis todos.
Ahora, tras años de sufrir este cáncer, al equipo ya no se le conoce por su historia. Daros cuenta que muchos chavales sólo han conocido la negra etapa de Jesús Gil. Ahora el conformismo y la mediocridad se han adueñado del Calderón. Ahora parece que nuetsra máxima aspiración, después de dos temporadas en segunda, es conseguir ser cuartos. Ahora alabamos y ensalzamos casi por encima de todo a un griego por su pundonor y su lucha (con el máximo respeto para Nikolaidis), pero que no es ni mucho menos alga más que mediocre. Tenemos un entrenador y una plantilla mediocre.
Y todo esto está pasando ante la atónita mirada de aquellos que recordamos otros tiempos, otros jugadores, otro presidente. Y poco a poco creo que ese conformismo y mediocridad que lo invade todo puede llegar también a nosotros que recordamos un Atlético de Madrid respetado, grande, luchador y conformista.
Nada más y Aupa Atleti