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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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A propósito de lo dicho por Alfonso Camba (25/04/2004)

Glosaré algunas de las afirmaciones de Alfonso Camba en la entrevista que concedió a Señales de Humo.

“El Atlético de Madrid está en una situación dramática, por más que los medios de comunicación lo quieran ocultar, porque parece que ahora la prensa deportiva sólo está para vender felicidad e ilusión.”

La prensa deportiva, al menos la de la capital de España, vive —y muy bien por cierto— de vender felicidad e ilusión: concretamente, las del Real Madrid. ¿Imagina el señor Camba lo que publicarían esos diarios, que no es preciso citar porque están en la mente de todos, si hubieran azotado a los merengues el diez por ciento de las calamidades que se han abatido sobre el Atlético? (No formulo una mera hipótesis; las heremotecas rebosan de ejemplos; consúltense los periódicos de cuando la era Sanz.) La ilusión para los hinchas del Atleti corre por cuenta de los plumíferos que secundan a Gil, quienes la usan al modo de una tinta de calamar. Para esconder el brillo siniestro del fracaso presente, se ponen a fantasear sobre el futuro: otro nuevo proyecto. ¿No les suena la argucia? Por lo demás, la prensa deportiva del Foro no es indiferente al destino del Atlético; sólo que, en vez de preocuparse por nuestro club, lo ningunea o lo pordebajea a fin de contribuir en la medida de sus posibilidades a su crónica debilidad. Esa debilidad es utilísima para los blancos. Un Atlético fuerte no le interesa al Madrid. Ergo… “Y de repente los medios de comunicación dicen que Paunovic es Dios. Yo creo que la prensa deportiva está en franca decadencia.”

Concuerdo con el dictamen. Pero la exposición de los motivos por los que sucede algo así requerirían un espacio mayor del me ofrece esta página. (De hecho he escrito un libro sobre el tema, obra titulada “Pitágoras dejó el estadio”, que nadie —hasta el presente— ha accedido a publicar. Seguramente, tendré que pagarme yo la edición, como ocurrió con “El Rojo y el Blanco”.)

“En alternativa hemos debatido mucho en ese sentido y la verdad es que yo creo que la gente no se va a mover por nosotros (...) Si el equipo gana dos partidos y la gente toma un poquito de ilusión porque ve que mejora, o que podemos jugar la Uefa (por cierto, mejor la Uefa que bajar a segunda, pero en lo deportivo no nos soluciona nada). Puede que más adelante cambiemos de estrategia, pero lo veo difícil. Me temo que la afición se dará cuenta del drama cuanto lo tenga delante.”

Pues es necesario arbitrar algún medio de movilizar al aficionado, algún medio que logre sacudirlo de la modorra en que vegeta, quitarle el sueño de los ojos y el bostezo de la boca,  purgar su sangre de los narcóticos que le suministran Gil y sus serviles valedores; porque, si permanecemos de brazos cruzados, el drama se presentará como un cometa fatídico y entonces será demasiado tarde. El propio Alfonso Camba no ignora cuál es el talón de Aquiles de Gil:

“Yo creo que Gil ha sido siempre muy sensible a los gritos. Si hubiera un movimiento social importante en su contra le afectaría,  porque se cree un salvador, es ese tipo de patologías de conducta que no reconoce lo que ha hecho y en su fuero interno se cree un salvador. Todo lo que sean gritos del público le sobrecoge porque lo considera injusto.”

¡Exacto! Gil teme —pues lo grande del caso es que la juzga aún posible— la reacción adversa de los hinchas colchoneros. Tenemos la mecha —el miedo de Gil— y la pólvora —el desastre de la institución y la ira inarticulada de la gente—. ¿A qué esperamos para arrimarles un fósforo encendido?

¡Ánimo, señor Camba!

   

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