Columnas del Foro

Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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mayo 2004 - Artículos

Falacias (07/05/2004)
El segundo debate organizado por Alternativa Atlética arrojó luz sobre el papel que los medios de comunicación deportivos de Madrid están jugando en la presente crisis del Atlético. Para todos cuantos asistimos a la exposición de Iñako Díaz-Guerra y de Julián Rubio quedaron despejadas varias incógnitas. Primera: el principal objetivo de un periódico del ramo hoy por hoy no es informar a sus lectores sobre lo que pasa, sino vender. Es curiosa esta prelación del rendimiento económico sobre la utilidad social, porque, expresada así (“vender ante todo”), queda claro que el medio de comunicación juzga incompatibles —o al menos, no siempre cohonestables— el empeño en informar sobre lo que pasa y el afán de vender. Esto es: en los estados mayores de las empresas periodísticas cunde la idea de que las ventas y la información no caminan nunca o casi nunca de la mano. (Y no deja de asombrar el alegre fatalismo con el que los profesionales de la información han hecho suyo este divorcio entre el mandato social de los medios para los que trabajan y su rentabilidad económica.)

Dicho lisa y llanamente: contar y analizar lo que pasa en el mundo del deporte no da dinero. ¿Qué lo da pues? Nos los aclaró Iñako Díaz-Guerra: “La gente quiere noticias felices”.  “¿Aunque sean falsas?”, le preguntaron. “Aunque sean falsas”,  confesó él.

Ahora bien, ¿qué quiere oír la gente del Atlético?, ¿en qué reside la felicidad del seguidor rojiblanco?  Díaz-Guerra no lo declaró, al menos al principio; prefirió ilustrarnos sobre la técnica mediante la cual los periódicos deportivos de Madrid inyectan dicha intravenosa en el público merengue y quiso establecer la tópica y rutinaria relación entre el número de lectores madridistas y el número de páginas que su diario —y los demás— dedican al Real. Se le objetó que los colchoneros no pedimos más páginas sino una información fidedigna, a lo cual él —erre que erre— regresó a la trinchera de la felicidad. El seguidor del Atlético —vino a explicarnos— no quiere saber que su club está en la ruina y que sus administradores son unos perfectos incompetentes y unos redomados granujas. El seguidor del Atlético prefiere que lo timen con un nuevo proyecto a enfrentarse a la realidad.

Sin embargo, alguno de los asistentes le recordó que, cuando en los 90 pintaban bastos para el Madrid, los medios deportivos del Foro rivalizaban por ver quién iba más lejos en la descripción de los males merengues y en el arbitrio de las soluciones. (Y aun ahora, no bien el Real pierde dos encuentros seguidos, los periódicos, las radios y las televisiones se abalanzan sobre la supuesta “crisis” y nos la sirven en doble o triple ración.) De modo que la teoría de la felicidad es sumamente infeliz y lo que el señor Díaz-Guerra denomina “apuesta de los periódicos madrileños por el Real” exige desatender al Atleti en la misma proporción.

Los antropólogos nos explican que en la sociedad de bandas y aldeas —los llamados “pueblos primitivos”— fueron corrientes el infanticidio y la eutanasia por razones demográficas. Nadie mataba a los bebés ni a los ancianos; simplemente se les descuidaba, retirándoles parte del alimento, abandonándolos a su suerte, permitiendo que se extraviasen, que los rondaran las fieras, etc.

Es el caso del Atleti con la taimada prensa deportiva de Madrid. Si quieren que desaparezcamos que lo digan y en paz.
Ningún criterio (05/05/2004)
Ya es bastante asombroso que la renovación de Manzano dependa de que el Atleti logre clasificarse para la Copa de la UEFA de la temporada que viene, pero lo que bate todos los registros del estupor es que se haya hecho público el precio de la continuidad del míster. ¡De manera que Manzano se quedará si el Atleti acaba sexto, pero se irá si termina séptimo! ¿Y si entre el exitazo como no vieron los siglos —esto es, la clasificación— y el fracaso más absoluto —la Intertoto— no mediase más que un  mísero puntito de nada? ¿Va a permitirnos esa distancia infinitesimal aquilatar la competencia de Manzano para dirigir al Atleti? Y, sobre todo, ¿es juicioso que Cerezo le ofrezca un nuevo contrato a guisa de prima?

Dicen que el principal valedor del coach de Jaén es Toni Muñoz. No me extraña. A tal preparador, tal secretario técnico. Parecen los dos sendos muertos vivientes. Han conseguido reunir y desadiestrar una plantilla mediocre; han participado en maniobras muy sucias contra futbolistas honestos y útiles —Movilla, Juanma—; le han puesto rostro a la incompetencia que rezuma la institución.

La única política deportiva de Manzano ha sido la adulación desaforada, llámese Gil o Torres el objeto de la astuta y cobarde obsequiosidad. (Un amigo mío se hacía cruces ante la desfachatez con la que el coach elogiaba días atrás a Torres: “magnífico jugador y excelente persona”. Razonaba mi amigo que a un jugador joven no se le debe pasar la mano por el lomo de esa forma. ¿Acaso espera Manzano forzar su renovación escondiéndose detrás de Torres?)

En cuanto al secretario técnico, sabido es que los Gil buscan para desempeñar tarea tan clave en el organigrama de los equipos de fútbol a gente aun más pardilla que ellos. Su especialidad son los empleados baratos y dóciles. La lista de locuras perpetradas por los secretarios técnicos de la era Gil es interminable. Ustedes quizá conocen los casos más notorios, pero ¿qué me dirían si les dijera que a esos seres les fue dado elegir entre Lukic y Mijatovic y trajeron al primero? ¿Y si supiesen que les ofrecieron a Nevdev y lo rechazaron para traer a Bejbel? ¿O si les contase que cierto equipo argentino llegó a Barajas con tres jugadores, alguien indicó a sus representantes el camino del Calderón, éstos se personaron en el despacho de Gil Marín y el director general del club los despidió para Tenerife con viento fresco? Les proporcionaré el nombre de uno de los tres paquetitos: Redondo. Son lo peor.

Arte de prudencia (04/05/2004)
Témome que este jovenzuelo de Torres no ha leído a Gracián, ni aún siquiera hojeado. Grueso error y más en las adolescencias, que son parcas en sabiduría y demasiadas en atrevimiento y por ello se dice de quien las pasa que adolecen, o sea, que les falta en seso cuanto les sobra en vigor. Porque en su advertencia o aforismo séptimo de su "Oráculo manual y arte de prudencia" bien que nos aconseja el sagaz "Escusar vitorias del patrón" pues "todo vencimiento es odioso, y del dueño, o necio, o fatal."

 

Incurrió de esta manera el osado en grave desoimiento de razones más nutridas que las suyas, sacando con su exceso la cólera del agraviado mas, fijaos bien, antes por obligación que por convicción y con más ruido que nueces, pues ruido es la amenaza floja y el fingimiento de autoridad, a sabiendas de que una palabra del otro sería suficiente a desordenar al pueblo entero y los ejércitos sin los que el uno tendría con qué enseñorearse.

Haría bien, por tanto, el héroe en apaciguar su lengua para no decir en voz alta lo que ya se sabe, y hacerse candela siendo Sol para que quien sólo es antorcha, pero dueña, no vea en ello mengua de sus lucimientos y dé en pegarle fuego al orbe en su totalidad. 

Por eso, aunque callé, también vi desafuero en esas hordas que con voz crespa levantó Chinasky, pues no se puede sortear la verdad ni aun por buena causa, y digo yo que nunca el aborrecimiento de unos moverá a todos si no lo requiere el agravio.

No obstante, demos por bueno el intento sólo con haber gozado de su prosa y la dignidad de su llamada, y con haber tenido muestra tan vehemente de adhesiones, consignas y complicidades, y hasta de oferta pública con currículo de aguerrido, que no hallaran otra las Fuerzas Armadas de mejor voluntad y mayor destreza.

Pero admitamos, queridos, que, siendo el que lo es no presidente ni cargo ni Excelencia, sino propietario, y bien apegado a su propiedad, siempre lo seguirá siendo mientras la ley, el dinero, o ambos no vengan a dar cauce y fuerza a las gentes a promover lo contrario o a promoverlo ellos mismos sin ayuda, pues, las más de las veces, son sujetos que no precisan de otras artes para el convencimiento.

Vale.

Posted: 04 may 2004, 12:00 por SDHEditor | con 1 comment(s)
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Aquel maravilloso día (02/05/2004)
Parecía una tarde especial aquel 25 de Mayo de 1996 para mi abuelo. Hacía una semana que tenía las entradas para ir a ver aquel partido contra el Albacete en el que, según mi abuelo, nuestro Atleti se jugaba la liga. Yo, con mis 10 añitos, esperaba a que mi abuelo viniera a mi casa a buscarme por la mañana para ir a comer a la suya y después marchar tranquilamente hacia el Calderon. Le esperaba impaciente, porque hacía mucho tiempo que no iba al campo y tenía muchas ganas. Cuando monté en el coche, le noté algo raro a mi abuelo, veía que no estaba tan tranquilo como otras veces, sus ojos me transmitían una importante preocupación aunque yo no entendía muy bien porque, yo de siempre había pensado que el Atleti siempre estaba arriba y que esa liga simplemente iba a ser una más pero me equivocaba, pobre de mi, era un simple chaval de 10 años. Llegamos a su casa y mi abuelo no era capaz de estar quieto ni un segundo, moviéndose de un lado a otro del salón y mirando al suelo y al cielo repetidamente mientras que yo, tan tranquilo, estaba sentado en el sofá esperando mi sopa y mis garbanzos mientras veía los deportes de Telemadrid. Mi abuelo no fue capaz de comer absolutamente nada, deseaba que llegara la hora de marcharnos. No tardó mucho en llegar ese momento, nada más comer, cogimos nuestra mochila y nuestros bocatas y nos dirigimos hacia el campo 3 horas antes (Cosa que nunca habíamos hecho y me preocupaba, no se que quería hacer mi abuelo...).

Llegamos a Quintana y comenzamos nuestro largo viaje por el metro madrileño. Había atléticos, unos con sus camisetas, otros con las bufandas, pero en todos se veía lo mismo, la mirada perdida hacia esos ventanales del metro, pensativos, preocupados, inquietos y, sobre todo, concentrados. A medida que íbamos llegando a Pirámides el número de atléticos aumentaba, con el mismo rostro y las mismas rayas rojiblancas. Al bajar del metro y emprender esa larga bajada hacia el Calderon, una mujer se me acercó y con una sonrisa de oreja a oreja me dijo: Venga chavalín, nos vemos en Neptuno. Yo, teniendo en mente la victoria la hice un gesto de afirmación y continúe el largo descenso. Ya estaba en las afueras del Calderon y, quedando 2 horas para el partido, había muchísima gente gritando y cantando, lo que yo vi normal porque dentro del campo siempre había sido así.

Mi abuelo no decía nada, solo leía el Marca y me decía: Hoy Pantic marca de falta, hoy marca seguro, y después Kiko sentencia y a casa. Fuera del campo, me aburría, de pie, sin hacer nada, esperando a que pasará el rato para entrar al campo. Dimos una vueltecita por los alrededores y vimos llegar el autobús del Atlético. Tuve miedo, La gente se volcaba hacia el autobús como una auténtica avalancha al grito de Atleti, Atleti. El grito era ensordecedor y le dije a mi abuelo que no entendía porque la gente estaba así de alterada a lo que me respondió: Que esperabas!! Que estamos en el Manzanares no en la Castellana!!. Me callé y continúe andando hacía nuestra puerta, ya abierta al público. Una vez dentro, nos tiramos unos 10 minutos para encontrar nuestras localidades, y una vez en ellas, empezamos a comernos el bocadillo. Quedaba media hora para el inicio del partido y el campo estaba a reventar, mi abuelo estaba muy nervioso y con muchas ganas de que empezara el partido, y yo, todavía con el miedo en el cuerpo, empecé a animarme y a colocarme mi bufanda en la mando dcha y mi bandera en la izda. Mientras yo me apañaba, nuestro atleti salió a calentar con la consiguiente locura de la grada que, ahora gritaba el Campeones Campeones!.A mi esto no me parecía normal, nos jugábamos la liga, si, pero yo tenía un concepto de Atleti diferente, pues siempre íbamos a estar luchando por ella.

El Calderón vibraba mientras el Atlético se colocaba, por última vez esa temporada, las botas en el vestuario. En la salida del Atlético, el corazón me dió un vuelco, sin saber muy bien porque, me sentía una pierna de un jugador, un brazo, una cabeza...una parte de ellos. La gente estaba loca y solo se veían bufandas y bufandas que recorrían todo el estadio mientras el Albacete comenzó a mover el balón, momento en el que mi abuelo se giro hacia mi para decirme: Hoy ganamos Dani, hoy ganamos!.Yo, sonreí y comencé a ver el partido. Nuestro Atleti presionaba como nunca, y enseguida llegaron las jugadas de peligro, empujadas más por la presión del Calderon que por el juego en sí de nuestros jugadores. Al principio la euforia se apoderó de los jugadores que agobiaron al Alba mientras que la gente aplaudía cualquier cosa que hicieran los nuestros.Todo estaba alocado hasta aquella famosa falta que le hicieron a Caminero en banda derecha. Centro de Pantic y Gol de Simeone en un remate de cabeza picado al palo dcho de Plutnikov. El delirio se apoderó de todos los atléticos allí presentes y, mi querido abuelo saltando como nunca lo había hecho y llorando, llorando como un bebé recién salido del vientre de la madre al ver el final del túnel. Nunca le había visto así, me impresionó ver como se secaba las lágrimas mientras se abrazaba a otro señor situado a su izda, sentado, por entonces, en aquellos largos "Bancos de cemento" que tenía nuestro estadio. El Atlético ganaba y todo era una fiesta, la gente tenía un rostro muy distinto al que se veía en el metro y yo, con una sonrisa de oreja a oreja, veía a mi Atleti campeón. Unos minutos después, Luna falló una clarísima ocasión de Gol en la que el Calderon sufrió viendo el empate del equipo vestido de blanco. Poco iba a durar ese sufrimiento, minutos después, Molina, amagando el pase a Toni, mandó un pelotazo a Kiko, que tras el fallo del central Albaceteño, marcaba cruzándole el balón al cancerbero y colocaba al Atlético más campeón. Esta vez, mi abuelo me abrazó a mi, mientras me decía al oído que esta liga no se nos iba a escapar. La locura de la gente era algo fuera de lo normal, nunca había visto nada igual, pensaba que la grada se desmoronaba por los continuos botes del público. Al descanso, un 2-0 que nos permitía estar tranquilos aunque yo seguía con el miedo de la caída de la grada. En la segunda parte, sentía la liga cada vez más cerca, mientras Pantic lanzaba tres corners seguidos al mismo sitio mientras el estadio le hacia reverencias o ponía en apuros a Plutnikov con sus libres directos con un público emocionado golpeando fuertemente el suelo con los pies. Yo me divertía muchísimo, todo era fiesta y alegría, gente que lloraba de emoción mientras llegaba la famosa ola, aquel día, de lágrimas. Quedaban 5minutos de partido y mi abuelo me dijo que nos fuéramos, que ahora no se iría nadie y que era lo mejor para llegar pronto a casa y ver la celebración por la TV. Yo me extrañé porque quería ir a Neptuno y pregunté: ¿No vamos a ir a Neptuno?. El bajó las escaleras del estadio mientras yo esperaba su respuesta y antes de salir me dijo: "Hoy no, el día de mañana, cuando seas mas mayor, iremos a nuestra gloriosa fuente a celebrar otro título". Fué lo último que hoy ese día entre esas paredes, una frase que, cada día que pasa, recuerdo con más tristeza porque más lejos veo que se cumpla...

Todos los días, desde aquel 25 de Mayo, siento impotencia al ver a un Atlético muy diferente a aquel, pero siento que, algún día, os volveré a contar algo parecido...

Posted: 02 may 2004, 12:00 por SDHEditor
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D.Jesús Gil y Gil (01/05/2004)

Hay un motivo gravísimo que me obliga a hacer referencia a este señor, cuando desde hace tiempo me había propuesto ignorarlo: sus comentarios y comportamiento con  Fernando Torres.

 


¿De hombres dignos es reconocer los fracasos propios y obrar en consecuencia?.

¿Llevar tantos y tantos años al frente de nuestro club: escándalos con jugadores, entrenadores, médicos, presidentes de otros clubes, periodistas, fichajes y desfichajes de infinitos técnicos y jugadores, supresión de la cantera y del tradicional y exitoso equipo de balonmano, sus excentricidades con el baloncesto…, para obtener tres o cuatro éxitos y un descenso a segunda, no invitan a personas sensatas y dignas a recapacitar y reconocer que “Esto no es lo mío, y por bien de mi querido Atlético de Madrid, lo dejo en manos de otras personas”?.

¿A que vienen sus frecuentes comentarios de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades en cuanto a jugadores, por ejemplo, cuando el Atlético de Madrid siempre tuvo en sus filas jugadores de primera fila, sin tener que desmantelar cantera y balonmano, para reducir gastos?.

¿A que vienen comentarios al respecto en los que nos trataba a nosotros seguidores como muertos de hambre, que queríamos espectáculo con cuatro duros que teníamos en el bolsillo?.

¿Por qué hace culpables a los demás de los fracasos del equipo, cuando él ha sido el que ha hecho y desecho?.

¿Por qué al llegar al equipo se creyó dueño de vidas y haciendas, entrando “como un elefante en una cacharrería”, renunciando a rodearse de gente de fútbol, cuando el era un lego en esa materia?. Prefirió una corte de gente aduladora que aceptara y jaleara todas sus barbaridades y despropósitos.

Nunca fue consciente de que el Atlético de Madrid, a diferencia de otros equipos, eran sus seguidores y no títulos, presidentes, jugadores…

¡Con qué desfachatez se arrogó el título de dueño y señor!.

Pues bien, vamos al grano.

Al ser hombre tosco, de baja cultura, sin categoría de ningún tipo, en fin, un personaje sin interés “per se”, sale a la palestra de “motu propio” (como estoy de latín) con manifestaciones extemporáneas con el fin de ser actualidad.

En este caso, su desfachatez ha sido la de menospreciar a Fernando Torres como persona y como jugador; descalificación que nos alcanza a todos los Atléticos, desde el momento que Fernando representa nuestra única ilusión y esperanza de futuro.

¿Qué nos mantendría aún en pié si no fuera la presencia de este muchachito, que atesora virtudes como la educación, humildad, sensatez… independientemente de calidad futbolística, honradez profesional y, sobre todo, amor al Atlético de Madrid como manifiesta frecuentemente y a demostrado con la ampliación de su contrato, renunciando a ingresos más cuantioso?.

Dice Gil que el Atlético está por encima de todos ¿también por encima de él mismo?. Si está por encima de las personas: aficionados y jugadores verdaderamente rojiblancos, ¿ha que queda reducido nuestro equipo?.

 

¿No ha tenido bastante con la pérdida de Raúl (este tema nunca lo toca el miserable, porque sabe el “pecado” que cometió), de la que seguro que estará eternamente arrepentido, como para empezar a “jugar” ahora con Fernando?.

Por cierto: ¡como brilla cuando tiene al lado jugadores de calidad que entienden y atienden a su forma de jugar!. Motivo que, si Gil le toca mucho los…., le va a decidir a dar el paso por todos temidos: Dejar a su Atlético por mucho que sea corazón rojiblanco e ir a otro equipo que le mime y le haga ganar, además, más dinero.

¡Pero quién coño se creé este advenedizo temporal para pisotear lo que nosotros amamos!. 

Vender A Torres sería pan para hoy y hambre para mañana. Si Gil cree que con el dinero de su fichaje se garantizaría eternamente la viabilidad económica del equipo, estaría completamente equivocado. Si él no es capaz de mantener su continuidad si no es con la venta de Fernando, que se vaya realmente y que deje el equipo en manos de otras personas.

Mientras tanto Cerezo calla y ¿otorga?. No tiene la valentía de salir al paso de las manifestaciones de ¿su jefe?.

Tal como están las cosas, me surge la descabellada idea si sería posible que Fernando Torres fuera propiedad profesional de nosotros los Atléticos, mediante la inversión correspondiente. Nosotros, seríamos los aficionados e instituciones de buena voluntad, que mantendríamos a Fernando lejos de las tentaciones de otros equipos: Un millón de aficionados rojiblancos a diez mil pesetas, diez mil millones y… nuestro.

A corto y medio plazo, el Atlético de Madrid pasa inexcusablemente por él.

¡Aúpa Aleti!.

Posted: 01 may 2004, 12:00 por SDHEditor

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