septiembre 2003 - Artículos
El principio de esta temporada me ha hecho reflexionar. Había muchos puntos en coincidencia con la temporada anterior: Nuevo proyecto, nuevos nombres, el entrenador que necesitábamos... Se juegan partidos y la realidad nos abofetea con saña. Cualquier equipo de España nos humilla, como ya aprendimos en nuestro vía crucis por la división de plata, cuando sufrimos goleadas ante equipos como (con todos mis respetos) el Levante o el Elche; por no hablar de la famosa derrota ante el Universidad de Las Palmas, que provocó un terremoto del que, sorprendentemente, el principal responsable salió "de najas" esparciendo el humo habitual, ante la ya también habitual pasividad social.
Hace tiempo que por la cabeza me ronda la idea (terrible), de que independientemente de los nombres que configuren la plantilla y de las tácticas, mas o menos acertadas, de los diferentes entrenadores; el Atleti esta condenado al ostracismo de oficio.
Me explico, los vicios que esta centenaria entidad acumula desde un tiempo a esta parte, impregnan de tal manera los valores de este club, que ya el ridículo y la humillación no duelen; y eso ocurriría igual si 10 Van Basten poblaran la primera plantilla. Y Ojo, no me refiero a la actual dirección de club solamente, sino también a la sufrida afición. Antaño, ese sufrimiento tenia por objeto alcanzar metas mas o menos lejanas, y eso se aceptaba como la idiosincrasia del club; pero ahora, a veces me da la impresión que algunos persiguen el sufrimiento por el sufrimiento.
Me da la impresión de que en este club, una vez tocado fondo (descenso), ya todo da igual; se pueden reír de nosotros, pero somos grandes...triste consuelo para los que estábamos acostumbrados a pensar que un mal año era quedar cuartos.
El Atleti se ha convertido en esa ramera (que no se ofenda nadie) que ha caído tan bajo que ya no siente vergüenza por vender su cuerpo por poco dinero, y que aguanta estoicamente humillación tras humillación, por que ya le de igual.
Y a mí que en este momento me hubiera gustado más una alternativa fuerte, una alternativa macho, a lo Paco Roig, con billetes ardientes como lenguas de fuego, con palabras de daga plateada, de chulo de putas de Montera, como un Curro Jiménez con Jaguar que asaltando al cacique en mitad del camino se abandonase más tarde entre chopos secretos al dulce reparto del botín entre los pobres.
Aunque sólo hubiera sido un grito, un golpe, un escondite para morder más veces, para poder contra el poder metido en sus pasillos, en su laguna negra, con el pico de bronce del azor picando siempre el mismo ojo, siempre el mismo ojo, siempre el mismo ojo.
Pero he aquí que no. Que lo que hay es una garza en medio de la nieve pintada en un paipai por Hiroshige. Un silencio perfecto que se tornará solemne y cartesiana voz el día veintiocho.
Quizás sea mejor así. O quizás es que no hay otro remedio. Que la araña se aquiete en su paciencia hasta atrapar a la mosca allá por Abril o Mayo.
Y mientras, aquí me tenéis a mí o a Pro o a Ozemaria o a otros tantos, con un poco de peso en las manos. También a ROJiblanco, sardónico y triste, que nos envía mensajes oscuros como pájaros de plomo.
Porque, hablando de Mayo, lo que de verdad tememos es que el Atleti termine doliéndose como aquel prisionero de Juan del Encina que, encerrado en su celda, no sabía cuándo era de día o de noche sino por una avecilla que le cantaba al albor:
Matómela un ballestero.
Dele Dios mal galardón
Llevamos mucho tiempo en la oscuridad. "Tan sólo" diecisiete años.
Lo tenemos todo, una magnífica afición, mítica- apostillo-, una fuerza social impresionante, recursos como entidad deportiva para financieramente poder ser competitivos, al menos hoy por hoy potencialmente.
Y digo potencialmente, porque no puedo decir actualmente (entiéndase este término, en su concepción aristotélica) y ello, porque durante todos estos años, hemos estado adormecidos, anestesiados, por la verborrea de una persona de verbo fácil, que con palabras teóricamente, que digo teórica, y prácticamente, ilusionantes, pero de una falsedad encubierta "LA GENTE ESTÁ PARA ENGAÑARLA", han producido esas sensaciones.
A nivel deportivo, no me atrevo a enjuiciar lo que hoy por hoy sería cometer una imprudencia por mi parte ya que a nivel de la primera plantilla es pronto para hacerlo, pero si afirmo que durante todos estos años, han pasado jugadores muy buenos, pero que por "higos o brevas" no han dado el rendimiento esperado, y ello a pesar de tener un cartel incuestionable. Han pasado también jugadores no tan buenos, otros regulares y otros ciertamente indignos de vestir esa camiseta, pero en cualquiera de los casos, siempre existía cualquier excusa para no afrontar la verdadera responsabilidad, para no atajar el germen de raíz.
A nivel social, los atléticos estamos estado considerados poco menos que, no sólo identificados con esa persona, sino sobre todo, humillados por una nefasta gestión, que constituía un día sí y otro también, la irritante hilaridad de nuestros- tradicionalmente- rivales deportivos.
El que se convirtió en cabeza visible de nuestro club, sí el de verbo fácil y demagogia barata, ha sido conocido por precisamente convertirse en inquilino habitual de las sedes judiciales, en protagonizar continuas polémicas a que a nada bueno conducían, sólo a dar una imagen penosa de cara al exterior y también a producir desasosiego, incertidumbre y sensación de "continua provisionalidad", en el seno de nuestra entidad.
A nivel económico y teniendo cómo excusa irreprochable, la intervención judicial, no importa porque se produjo dicha intervención, sólo que se produjo, se ha llegado a una situación de quiebra, pongamos el apellido de cada uno estime por conveniente, que ha dado cómo resultado que desde el interior se "venda" una ampliación de capital que desde el exterior por los medios de comunicación se ha aceptado sin más, cómo una solución a nuestros males, cuando en realidad , sólo es un parche.
Todos estos frentes, el deportivo, el social, el económico pues, hacen que, la oscuridad "rojiblanca" sea intensa, y yo, cómo atlético lo que pido, lo que ruego, lo que suplico es que salga el sol.
Busquemos el "levante". Ojalá mañana lo encontremos.
Y que se podia esperar...?
Pues lo que está pasando.
Gil sera lo que querais menos gilipollas. Listo es un rato y lo demuestra cada dia que pasa.
Le vio los cuernos al toro y rectificó... ¡vaya si rectificó! y con esa rectificación llegaron los frutos esperados... ¿o no? Es decir, la desunión entre los atleticos.
El año pasado pasado, pasado el centenario, la grada, por vez primera en el Calderón se unió y gritó :"¡Gil cabron fuera del Calderón!" Ese dia, ese grito, esa unión valio mucho mas de lo que a primera vista parecióa y además cambió el curso de los acontecimientos.
A otro menos listo que Gil -y los hay a patadas- aquellos gritos le hubiesen entrado por un oido y salido por el otro, y, presa de su soberbia y orgullo herido, se hubiese encastillado en la poltrona generando más oido y mas rencor, mas gritos, mas movida... con toda seguridad su tiempo en la poltrona se hubiese acabado mas pronto que tarde.
Gil no. Gil es habil, muy habil. Ahí está su curriculum. Que la grada grita que se vaya, el se va. Claro que se va, victima inocente, incomprendido, maltratado, atleticos desagradecidos. El se va con el pañuelo en la mano, las gafas oscuras, los ojos llorosos. La grada no le quiere. Pues adios. Pero todos sabemos que no se se ha ido, que Cerezo es su hombre de paja, que controla el club, que no va a soltar la gallina... de eso nada de nada. Niente.
Pero la situación deportiva no puede seguir asi, se dice. Los gritos vienen no porque robe y sea un chorizo, no por las acciones robadas - algunos si gritan por eso y mucho mas, la mayoria de la grada no- o por los tejemanejes que me traigo. Viene porque la gente está hasta el nabo del equipo, que se ha tragado dos puñeteros años en el infierno aguntando carros y carretas, chistes faciles, risitas, improperios. Está harta de todo, de ver a un equipo vulgar en Primera, esta hasta los huevos de celebrar un centario que parece un funeral -sino fuese por la afición y su bandera..- y por eso gritan. Y además temen que les quieten a su chaval, el que galopa por las bandas. Otro, soberbio e idiota, no se hubiese movido de su postura : no hay dinero, esto es una ruina, etc. Pero Gil no. Gil es listo, zorro, habil.
Y si el año pasado no puedo venir el Caño, este año sí- con suspense como adivinó Manzano- pero el ultimo dia para darle emoción y realce, y Novo, y Mussampa, y Nano, y más fichajes y se larga Luis, y cambiamos hasta al utillero... y Cerezo, productor cinematografico, otras formas, se sienta en el palco y aqui hacemos un Atleti grande.
Resultado: la aficion dividida. "¿Ahora que tenemos un proyecto ilusionante vamos a gritar fuera Gil?" dicen muchos. ¡Ademas, si Gil se ha ido!, no jodais. Coño apoyemos al Atleti y dejemos de vainas. Otros, por contra, siguen en la lucha erre que erre y todo les parece una mierda, todo está contaminado hasta la camiseta a rayas. Y la pelea, la batalla, cambia de escenario, ya no somos todos contra Gil, ahora somos unos contra otros y eso se ve en el foro, se nota en la grada, se ve en la calle.
Claro está, en una guerra civil las posturas se radicalizan y afloran los insultos, la intolerancia, el malentendido. El hermano de ayer, es hoy un enemigo que trabaja -y sin saberlo- contra la revolución. El colega de siempre es ahora un radical que no pasa una, y ojito con lo que digas o sientas, que pierdes la pureza antigilista.
Y con esto el debate se pierde, se empobrece, la lucha se debilita, el objetivo se difumina.
Y ver en el foro como historicos foristas son puestos en entredicho es francamente triste. Si recuperasemos los post de todos ellos en los ultimos años, saldria una "biblia" atletica, revolucionaria, antigilista. Hoy están en cuestión, son tibios, están equivocados, anatema rojiblanco.
Y mientras se pierden mensajes muy intereantes en los que apenas nadie participa. Eso si en las luchas fraticidas unos se enredan con otros, aquellos dan lecciones a éstos, estos recriminan a ésos, unos son muy listos, otros no saben ni escribir, unos son puros, otros impuros.
Y a todo esto, mientras me tomo la cerveza que he metido en el bolsillo, sentado en la grada, fumándome un pito y dandole vueltas al coco, veo en el videomarcador el anuncio del Atleti.
Y veo a un rojo y a un fascista, uno va a matar al otro, enemigos a muerte, ideologias enfrentadas... comunista o anarquista con su pañuelo rojo y el franquista de la camisa azul. Se sientan charlan... pero algo les une, algo tan fuerte, mas fuerte que el odio, mas que las ideas, que la muerte... son del Atleti. !Me cago en la leche! ¡Del Atleti!
¡Vete! ¡Vete, te digo! ¡Me da igual! ¡Largate, salvate, escapa...! Somos españoles, luchamos en bandos diferentes, defendemos ideas opuestas, morimos por ellas... pero somos hermanos, chaval... ¡somos del Atleti!
¡Aupa Aleti! le dice con el puño
!Aupa! con la mano extendida mientras corre.
Aupa os digo, troncos, aupa.
Gato
Llevas muchos años yendo al estadio, porque curiosamente existía desde antes del año 87, e incluso había ganado más títulos que desde entonces. Te llevaba tu padre, que obviamente te pagaba el abono hasta que ya eras tú el que podías hacer frente al pago. Te sentías bien, incluso con los primeros sueldos te diste el gusto de pagárselo a tu padre. Luego, tu padre deja de ir. Nunca le ha caído bien ese señor Gordo y bocazas que a ti te hace gracia que salga en la tele en una bañera con cuatro o cinco tordas de sonrisa fácil. Son los tiempos del “tal y tal”. A ti en realidad te da igual, estás mucho más preocupado por otras cosas, sobre todo lo que te gusta es que gane el Atleti y llegar al instituto y a la universidad sacando pecho. Que el resto son historias.
Sin embargo, llega un día en el que empiezas a razonar las cosas, o simplemente, las prestas atención. Te das cuenta de que ese jugador nuevo que no conoce nadie, no va a hacer una jugada maravillosa o marcar un gol importantísimo, como soñabas de pequeño. Simplemente es malo y ha llegado para que ‘trinque’ el representante y seguro que la directiva. Tantas veces no se puede repetir el mismo error...
Las gracietas de el del palco ya no te lo hacen tanto, y ves que su megalomanía, le lleva a una alcaldía que afecta al equipo, que en realidad es lo que te importa.
Ya no sacas tanto pecho, el equipo va mal y se catacumba. Un añito en el infierno. Te hacen sentir más simpático, más bullicioso, más animador. Eres el mejor porque estás con ellos. Puede que igual sufras como el que más, incluso puede haber gente en Trujillo, Conil, o la conchinchina que le afecte lo que le ocurre a su equipo como a ti. Pero no, hay una pequeña diferencia, somos más sintiendo lo mismo. Pero siempre gracias a ellos, esa familia que mira por tu bien, por que seas más alto, más guapo, más atlético...
Pero tú estás harto. Nadie despotrica más que tú contra los jugadores cuando pierden, pero te repatea oír en la radio al que los paga hacer lo mismo por justificarse. ¿La diferencia? Tu estás en la grada y ganas cuatro perra madrugando, mientras él está en una ayuntamiento hinchándose los bolsillos. No es capaz ni de tener la vergüenza.
Pasas de soñar con jugadas increíbles de los fichajes a conformarte con volver a equipos grandes. Incluso te sabe bien la meta de entrar en la UEFA. Cuando has crecido jugando a las chapas pensando que es inimaginable que tu equipo no juegue en Europa al año siguiente. Luego lo de siempre, lo mismo te tocaba ver un partido con cortes televisivos en Timisoara, que eliminando al Manchester. Te das cuenta que ya no es lo que era.
Piensas si fueras un magnate del petróleo, de la comunicación, de la construcción, lo que harías. Pero da igual tus ahorros no dan más que para poder ver los partido de una temporada y algún capricho de vez en cuando.
Eres una persona de tantas, un anónimo en la grada, que sólo aspira a que su equipo gane y que ya sólo espera que los del palco huyan.
Oyes de Alternativas, Plataformas, etc, pero en realidad te suena abstracto. Alguien con dinero que tampoco le gustará lo que a ti y tiene el dinero de cambiarlo. Pero tampoco se informa de qué hacen. Te preguntas si será el mismo pero con distinto collar, o en cambio, si es el oasis que palia la larga travesía por el desierto de la indecencia y el golferío.
Oyes de una ampliación de capital. La mosca aletea con fuerza detrás de tu oreja. Tienes dinero y siempre has deseado que una parte del club que quieres fuera tuya, pero oyes de una impugnación. Tampoco sabes muy bien que hay que hacer. Nadie te informa. Vagas voces a título individual que opinan. No quieres que tu dinero se vaya a Valdeolivas, oyes hablar de impugnación ¿Valdrá no valdrá? Demasiado me ha costado para perderlo. No sabes qué hacer, afiliarte o no, si formas parte de algo o eres la espalda sobre que se apoyan otros para sostenerse. Si luego en el sillón, harán lo que todos....
Titubeas, no oyes hablar de plazos, de pasos a seguir, dudas entre lo que te apetece y lo que no sabes si es bueno.
Encuentras en Internet, bendito invento, un foro donde hay gente que piensas que están en tus mismas circunstancias. Pero te limitas a ejercer el más sagrado derecho que hay, el de libertad de opinión. Con zozobra y dudas, al menos, ¡Gracias...!.
Dueles aleti.
Y duele no ver la salida al tunel, aunque tampoco veamos dentro del tunel salidas de emergencia que nos convezcan.
Duele construir un equipo y derribarlo despues de un partido.
Duele soñar con unos jugadores y machacarlos a la primera de cambio.
Duele ver al chaval dejarse la piel en el campo, ahuyentar a los moscones que tratan de llevárselo lejos del Calderón, duele ver las patadas, empujones, codazos que recibe con el beneplacito del arbitro, y duele que aun no sea un referente para todos los atleticos, una linea a seguir, un ejemplo de amor y respeto por unos colores.
Duele ver conmportamientos indignos de cualquier hinchada que se autoproclama la mejor del mundo. ¡Venga ya!
Duele ver como los atleticos se enfrentan unos a otros, intolerantes, enemistados, guerra civil entre rojiblancos, siempre unidos, hermanos.
Duele ver donde se quedaron las ideas, los sueños, las promesas, los debates.
Derribar todo contra conservar algo. Todo es maligno o el Atleti por si mismo limpia todo.
No hay futuro, negros nubarrones se acercan por el rio.
Estamos a punto de que Jesús Gil, tras vertiginoso descenso a ese terreno para él tan trillado de la metafísica, vuelva a recordarnos con voz muy profunda, como quien se digna compartir con los mortales la esencia última del pensamiento, que al aficionado al fútbol -y, por tanto, también al aficionado atlético- sólo le interesa tal o cuál fichaje y, desde luego, el juego del equipo y, sobre todo, que entre o no la pelota e incluso, acaso transportado por ese aura de florentinismo triunfante, obtener la camiseta o la firma o la meliflua caricia de determinado jugador.
Estamos a punto de que Jesús Gil, rendido a esa certeza no por ingrata menos evidente, mostrando al principio en su expresión ese deliberado cansancio que pronto deja paso al orgulloso arrebato del rebelde, del hombre hecho a sí mismo, sostenga otra vez con terca valentía las ánimas exangües de la familia atlética, de esos pobres atléticos de verdad, descamisados y humildes, anunciando que será él y no otro, y su Consejo de Administración y no otro quienes arriesguen su dinero adquiriendo las acciones no adquiridas hasta ahora dentro del proceso de ampliación de capital en curso.
Y estamos a punto de que casi todos los medios de comunicación constaten al minuto la verdad irrefutable de aquella conclusión y aplaudan sin desmayo el generoso y desinteresado proceder de ese ya no guerrero sino mártir perpetuo de la causa rojiblanca.
Por todo ello, aunque sólo sea por una cuestión que pudiéramos llamar estética, ya por medio de oferta, declaración o ataque, ya de emplazamiento, de chanza o de discurso, y dicho esto con la mayor limpieza de corazón que el cielo regalarme quiera:
¿Tendría a bien el Sr. Camba demostrar que sigue vivo?
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