Noche de difuntos
El Atlético continua sin encontrar el camino de la victoria, esta vez
con Quique al mando, y pierde en Bilbao frente a los leones (1-0). Los
locales, excesivo premio; los colchoneros, sin suerte, rematan hasta en
tres ocasiones al palo.
Carlos Hierro
Muy posiblemente no mereció el Atlético perder ayer. La verdad es que no. Pero está faltando –entre todas las cosas que se echan en falta- suerte. Anoche se encontraron hasta en tres ocasiones con los palos –Maxi, Forlán y Kun-. Como bien dijo Sánchez Flores el equipo está sumido en una dinámica negativa que ha de ir puliéndose poco a poco hasta el día en el que se logre una victoria y se reenganche una dinámica positiva. Ni más ni menos. Mención especial ninguna, hubo algunas mejoras pero a nivel colectivo, con un Kun muy activo de nuevo.
Los muebles son los que son, y de poco sirve seguir alimentando debates sobre la defensa, lo poquito y regular del centro del campo y la mala puntería de los magníficos de arriba. Son momentos para dar un cierto margen al nuevo plantel técnico e intentar poco a poco ir recuperando dosis de confianza que lleven al equipo, en primer lugar, a salir del pozo –que tantos escalofríos traen a todos los atléticos-; y en segundo, a terminar de la manera más digna la temporada con lo que hay, y desde luego llegar a Europa se antoja como una misión casi imposible.
El Athletic hizo poco, ni siquiera recordó al equipo león que marca goles casi tan sólo con el empuje de la grada. Empujaron, unos y otros, pero sin gran intensidad, incluso respetando de manera amplia a un atleti herido. Este respeto casi le cuesta un disgusto al equipo vasco, que antes del 10’ se encontró con un par de acercamientos peligrosos rojiblancos que bien pudieron encontrar recompensa hasta en tres ocasiones en una misma jugada –palo de Maxi, rebote de Agüero y disparo de Forlán-. Pero lo que son las cosas, sin quererlo ni beberlo, una falta botada por Orbaiz en el 19’ fue rematada extraordinariamente por Javi Martínez, que saltó más que nadie y colocó el balón lejos del alcance de Asenjo. El Bilbao encontraba recompensa casi sin querer a balón parado, otra asignatura pendiente del equipo de Flores.
De ahí al final del primer tiempo, paso de los minutos, un atleti aturdido y, en cambio, un Athletic más activo que estuvo apunto de hacer el segundo; encontrando en Toquero su jugador más vivo. Del Atlético, sin noticias.
La segunda parte supuso un pequeño cambio, al menos en cuanto a intenciones. El Athletic se echó ligeramente atrás, a esperar su golpe definitivo y el Atlético lo intentó con empuje y corazón pero sin apenas criterio. Los últimos quince minutos fueron frenéticos, merecieron empatar. Primero Forlán estrelló un disparo espectacular en el palo, poco después Agüero soltó un latigazo que se estrelló en la cruceta, y finalmente el uruguayo lo intentó con un buen golpeo que sacó Iraizoz a córner. Lo intentaron, al menos, cuando se vieron por detrás y a remolque; pero una vez más sin suerte.
Se atisbaron pequeños cambios, mejor posición en el campo y mayor concentración. Por algo hay que empezar; semana dura con las visitas de Chelsea y Real Madrid. Pero sólo el Atlético puede dar lo mejor y lo peor, ni el más escéptico puede dudar de la magia que rodea históricamente a este club, capaz de derribar a ambos rivales aún dentro de esta gran crisis que atraviesa.
El cuerpo se va acostumbrando. Los dos puntos que quedaron por el camino el sábado pasado se digirieron bastante bien, los tres perdidos ayer también. Y eso es un síntoma muy malo. Es triste, pero es así; y los datos están ahí. Si en años anteriores el billete de la Champions se cerraba para el cuarto clasificado en 64-67 puntos, este año e incluso con la exigencia del Mundial en el horizonte, se va a mover en esos números.
A falta de 87 puntos por disputarse, el Atlético cuenta con 7 y se mete en puestos de descenso. Necesitaría, para alcanzar en principio su principal objetivo, algo así como 60 puntos para asegurarse esa plaza. Esa cantidad de puntos significaría vencer 20 de los 27 partidos restantes. Ustedes, aficionados y simpatizantes rojiblancos, ténganlo claro, ¡imposible! El Atlético sigue muerto, un difunto complicado de resucitar.
Athletic Club Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Susaeta (David López, min. 72), Javi Martínez, Orbaiz (Iñigo Pérez, min. 65), De Marcos; Toquero (Gabilondo, min. 41), Llorente
Atlético de Madrid Asenjo; Ujfalusi, Juanito, Pablo, Antonio López; Maxi (Jurado, min. 60), Assunção, Raúl García, Simão (Reyes, min. 82); Agüero, Forlán
Gol. 1-0, Min. 19: Javi Martínez
Árbitro: Ramírez Domínguez (Comité Andaluz). Amonestó al local Javi Martínez y a los visitantes Antonio López y Assunção